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Existen
varias alternativas. La elección entre una y otra depende de la
decisión de cada persona convenientemente informada por su médico. En
principio, como norma general, es recomendable iniciar alguna de estas
medidas en la población general a partir de los 50 años, o antes en el
caso de que existan factores de riesgo.
- Tacto rectal: es parte de la exploración física general.
- Test de sangre oculta en heces:
permite detectar pequeñas cantidades de sangre en las heces, que no son
identificables a simple vista. Se puede realizar en casa y enviar las
muestras a un centro médico. Es importante seguir las instrucciones
para que sea eficaz, ya que el resultado puede no ser acertado por
múltiples causas. Además, para conseguir buenos resultados en cuanto a
prevención, es necesario realizar este test al menos con frecuencia
bianual. En caso de que el test sea positivo, es necesario realizar
otras exploraciones para detectar la causa del sangrado.
- Sigmoidoscopia:
consiste en la introducción de un tubo flexible a través del ano, que
tiene un sistema de vídeo en su extremo y permite ver de esta forma la
pared intestinal, en una longitud concreta (la porción izquierda del
colon). Se pueden detectar y tratar pólipos o cáncer en la parte de
colon explorada. Esta prueba requiere una preparación para limpiar el
colon, y permitir una mejor visualización de la pared. Produce
molestias abdominales por aire introducido a través del tubo, que en
general no son muy importantes y no precisan sedación. La existencia de
lesiones puede hacer necesaria una exploración completa del colon.
- Colonoscopia:
se utiliza un tubo flexible, similar al anterior, pero más largo, y se
ve la pared de todo el colon. Requiere una mayor preparación (limpieza)
del colon, y produce más molestias que la sigmoidoscopia, por lo que
frecuentemente se utilizan diversos tipos de sedación. la colonoscopia
es el método diagnóstico de elección; es la prueba más sensible y
específica, y permite obtener biopsias y realizar la resección de
pólipos.
- Enema opaco: se introduce una
sustancia por el ano que es visible con rayos X. Se rellena de esta
forma el colon y se sacan radiografías. Podría compararse con el
negativo de una fotografía. Existen diversas técnicas que permiten
mejorar su resolución. Permite solamente detectar lesiones, pero no es
posible tomar muestras de éstas ni extirparlas, por lo que, en caso de
encontrarse alguna alteración, es necesario realizar exploraciones
complementarias. Requiere una preparación similar a la de la
colonoscopia y produce algunas molestias abdominales por el material de
contraste y el aire introducidos, aunque son molestias en general más
leves que las originadas por la colonoscopia.
- Otras exploraciones:
en la actualidad se están desarrollando técnicas cuyo objetivo es ver
la pared del colon en su totalidad, disminuyendo las molestias
asociadas a la realización de una colonoscopia. Es el caso de la
llamada «colonoscopia virtual», que es una técnica radiológica que
permite ver el interior del colon sin necesidad de introducir un tubo a
través del ano. Sin embargo, aunque es una técnica prometedora y ya muy
desarrollada, su utilidad en este campo todavía no está plenamente
consolidada.
- También se está investigando en la eficacia de
determinados análisis de sangre o heces, aunque en este caso todavía
disponemos sólo de resultados preliminares y no aplicables a la
práctica clínica habitual.
fuente: www.cun.es/area-salud/enfermedades/aparato-digestivo/prevencion-cancer-colon