Agrandamiento de la próstata
Si usted es hombre, tiene más de cincuenta años y ha comenzado a
tener dificultad para orinar, esto puede deberse a un agrandamiento de
la próstata. A medida que los hombres envejecen, la próstata sigue
creciendo. Cuando crece, oprime la uretra. Como la orina sale de la
vejiga urinaria a través de la uretra, la presión causada por una
próstata agrandada puede afectar el control de la vejiga.
Si su próstata ha aumentado de tamaño, quizá tenga uno o más de los siguientes problemas:
- necesidad frecuente y urgente de orinar (posiblemente deba levantarse varias veces por la noche para ir al baño)
- dificultad para comenzar a orinar (aunque sienta que tiene
que apurarse para llegar al baño, le cuesta trabajo comenzar a orinar)
- menor fuerza del chorro de orina
- pequeña cantidad de orina cada vez que va al baño
- sensación de que todavía tiene que orinar más, aunque acabe de hacerlo
- goteo después de orinar
- presencia de cantidades pequeñas de sangre en la orina
Algunos hombres apenas se dan cuenta de que tienen alguno de
estos síntomas. Otros sienten que la dificultad para orinar controla sus
vidas.
El agrandamiento de la próstata no es un signo de cáncer
Es cierto que algunos hombres que tienen cáncer de próstata
también presentan agrandamiento de la próstata. Pero eso no significa
que las dos afecciones estén siempre relacionadas. La mayoría de los
hombres que padecen agrandamiento de la próstata no presenta cáncer de
próstata. Sin embargo, como los síntomas iniciales son iguales en ambas
afecciones, usted debe consultar al médico para que le evalúe.
Cómo se determina la gravedad del agrandamiento de la próstata
El agrandamiento de la próstata no es en sí una enfermedad grave,
a menos que los síntomas sean tan molestos que no le permitan disfrutar
de la vida. No obstante, la afección puede provocar problemas graves.
Uno de ellos son las infecciones urinarias.
Si usted no puede orinar en absoluto, debe buscar atención médica
de inmediato. A veces esto sucede sóbitamente después de que los
hombres toman una medicina de venta libre para alergias o resfriado.
En raras ocasiones, el agrandamiento de la próstata y la
constante dificultad para orinar que esto causa pueden provocar daño a
los riñones.
Exámenes para detectar el agrandamiento de la próstata
Los médicos pueden usar varios exámenes para identificar el problema y elegir el mejor tratamiento.
- Tacto rectal: Por lo general este examen es
el primero que se hace. El médico introduce un dedo enguantado en el
recto y palpa la parte de la próstata que se encuentra al lado del
recto. Este examen le da al médico una idea general del tamaño y estado
de la próstata.
- Prueba de sangre: Puede que el médico
quiera hacerle una prueba de sangre para detectar el antígeno prostático
específico. Un nivel alto de este antígeno puede indicar cáncer de
próstata. Sin embargo, esta prueba no es perfecta. Muchos hombres con
niveles altos de antígeno prostático específico no tienen cáncer de
próstata.
- Imágenes diagnósticas: Puede que el médico quiera obtener una radiografía o una ecografía de la próstata. La pielografía intravenosa
(intravenous pyelogram, IVP por sus siglas) es una radiografía de las
vías urinarias. Para este procedimiento se inyecta un medio de contraste
en una vena. Más adelante, cuando el medio de contraste pasa de la
sangre a la orina, se podrá ver en la radiografía. En la ecografía
transrectal se usa una sonda introducida en el recto para enviar ondas
sonoras que rebotan en la próstata.
- Uroflujometría: Tal vez se le pida que
orine con un aparato especial que mide la rapidez con que fluye la
orina. Un flujo menor puede indicar agrandamiento de la próstata.
- Cistoscopia: Otra manera de identificar un problema desde el interior es con un cistoscopio. El cistoscopio es un tubo delgado que tiene lentes como un microscopio. El tubo se introduce en la vejiga urinaria a través de la uretra mientras el médico mira por el cistoscopio.
Tratamiento del agrandamiento de la próstata
Existen varios tratamientos. Tendrá que colaborar con el médico para determinar el mejor tratamiento para usted.
- Espera con vigilancia: Si los síntomas no
lo incomodan demasiado, quizá decida vivir con ellos en vez de tomar
pastillas todos los días o someterse a una cirugía. Sin embargo, debe
hacerse chequeos periódicos para asegurarse de que su afección no esté
empeorando. Si opta por la espera con vigilancia, puede estar listo para
elegir un tratamiento en cuanto lo necesite.
- Medicinas: En los óltimos años los
científicos han desarrollado varias medicinas. Estas medicinas se usan
para reducir el tamaño de la próstata o para relajarla, con el fin de
que no obstruya la abertura de la vejiga urinaria.
- Procedimientos sin cirugía: Se han
inventado varios dispositivos para quitar partes de la próstata. Por lo
general estos procedimientos se pueden realizar en una clínica u
hospital sin quedarse la noche. Los procedimientos se efectóan por vía transuretral.
Esto significa que el médico llega a la zona en cuestión a través de la
uretra. Los dispositivos usan tubos delgados que se introducen por la
uretra para administrar calor controlado a zonas pequeñas de la
próstata. Tal vez se aplique un gel (pomada) en la uretra para evitar el
dolor o las molestias. No es necesario administrar anestesia general
para dormir al paciente. Estos procedimientos se llaman termoterapia transuretral por microondas y ablación transuretral con aguja.
(En inglés se llaman transurethral microwave thermotherapy, TUMT por
sus siglas, y transurethral needle ablation, TUNA por sus siglas.)
- Tratamiento con cirugía: Se puede hacer una cirugía para quitar un trozo de la próstata a través de la uretra o con cirugía abierta. En la cirugía abierta es necesario cortar a través de la piel que se encuentra encima de la base del pene. Es posible que el médico recomiende cirugía abierta si la próstata se encuentra particularmente grande. La cirugía más comón se llama resección transuretral de la próstata (transurethral resection of the prostate, TURP por sus siglas). En la TURP, el cirujano introduce un tubo delgado por la uretra. Observa la zona con un cistoscopio a medida que va quitando trozos de la próstata con un asa de alambre. Tanto la TURP como la cirugía abierta requieren anestesia general y hospitalización.