Linfoma hodgkin

¿Qué es el mal de Hodgkin?

El mal de Hodgkin es un tipo de linfoma. El linfoma es un cáncer del sistema linfático y es el tercer tipo más común de cáncer en niños y adolescentes de 10 a 14 años. Pero es sumamente raro que se de en niños.
El sistema linfático es el sistema del cuerpo encargado de combatir las infecciones y mantenernos sanos. Está formado por las amígdalas, el bazo, la médula ósea y las cadenas de ganglios linfáticos (masas redondeadas de tejido presentes a lo largo de todo el cuerpo). Si bien muchos tipos de cáncer pueden extenderse al sistema linfático, el linfoma comienza directamente en las células mismas del sistema linfático.
El mal de Hodgkin recibió ese nombre en honor al Dr. Thomas Hodgkin, que describió varios tipos de cáncer del sistema linfático en 1832. Aproximadamente 40 años más tarde, otros médicos comenzaron a informar sobre la aparición de diferentes tipos de linfomas.
Cada año, en los Estados Unidos, se diagnostica linfoma a aproximadamente 1.700 niños y adolescentes menores de 20 años. En el caso de los niños más pequeños, el linfoma que no es de Hodgkin es más común que el linfoma de Hodgkin, mientras que en los adolescentes ocurre lo contrario.

¿Cuáles son las causas del mal de Hodgkin?

Nadie sabe realmente cuáles son las causas del mal de Hodgkin, pero sí se sabe que no es contagioso y que no se debe a una mala alimentación. Es posible que quienes hayan tenido el virus Epstein-Barr, que es responsable de la mononucleosis infecciosa, tengan un riesgo levemente mayor de desarrollar el mal de Hodgkin. Y existe un riesgo levemente mayor de padecer el mal de Hodgkin entre los familiares de pacientes afectados por este mal.

¿Cuáles son los síntomas?

A veces, los niños que padecen el mal de Hodgkin creen que tienen gripe. Probablemente tengan fiebre, sientan dolor o tengan los ganglios inflamados (se ven como pequeños bultos, generalmente, en el cuello o la ingle). Otros se sienten cansados, transpiran mucho durante la noche o adelgazan sin hacer dieta. Si los ganglios del tórax se agrandan, es posible que provoquen tos, dolor en el pecho o dificultad para respirar. Sin embargo, con frecuencia, el único síntoma que presentan los niños es un bulto.
Si tienes los ganglios del cuello o la axila inflamados o te falta el aire, debes hacérselo saber inmediatamente a alguien. Si crees que estás enfermo, aunque se trate simplemente de unas líneas de fiebre, o si no tienes apetito, díselo a tus padres. Ellos te llevarán al médico para que controle tus síntomas. Lo más probable es que se trate de una infección viral y no del mal de Hodgkin, pero es mejor estar seguro.
Fuente: www.kidshealth.org