El cáncer
de mama consiste en un crecimiento anormal y desordenado de las células
de éste tejido.
La mama está formada por una serie de
glándulas mamarias, que producen leche tras el parto, y a las que se les
denomina lóbulos y lobulillos.
Los lóbulos se encuentran
conectados entre sí por unos tubos, conductos mamarios, que son los que
conducen la leche al pezón, durante la lactancia, para alimentar al bebé.
A modo de muro de contención, actúa el músculo pectoral que se encuentra entre las costillas y la mama.
La piel recubre y protege toda la estructura mamaria.
El sistema linfático está formado por recipientes y vasos o conductos que contienen y conducen la linfa, que es un líquido incoloro formado por glóbulos blancos, en su mayoría linfocitos. Estas células reconocen cualquier sustancia extraña al organismo y liberan otras sustancias que destruyen al agente agresor.