Cancer cerebral Astrocitoma

Los tumores astrocitoma son una forma de glioma con células en forma de estrella. A menudo y por largos periodos crecen muy lento o no del todo. Por lo tanto, una cercana observación más que un tratamiento es posible en algunos casos (especialmente en aquellos asociados con neurofibromatosis).
Síntomas
Los síntomas generales de un astrocitoma son el resultado de una presión que crece en el cráneo. Estos síntomas son dolor de cabeza, vómito y cambios en los estados mentales. Otros síntomas, tales como somnolencia,letargo,terquedad, cambios en la personalidad, desórdenes de conducta y problemas con sus facultades mentales, se presentan tempranamente en uno de cada cuatro pacientes con tumores cerebrales malignos.

 RM axial ,sagital y coronal con contraste de un astrocitoma
En los niños pequeños, la creciente presión de un astrocitoma dentro del cráneo puede alargar la cabeza. Cambios (como hinchazón) se pueden observar en la parte posterior del ojo, donde se localiza la mancha ciega. Por lo general no hay cambios en la temperatura, en la presión sanguínea, pulso, o en el ritmo respiratorio excepto antes de la muerte. Son más comunes los ataques con meningiomas, con astrocitomas de lento crecimiento y con oligodendrogliomas que con gliomas malignos.
Los síntomas de un astrocitomas varían dependiendo en que parte del cerebro se localice y esté siendo afectada por el tumor (o en que glándula o nervio). A veces la naturaleza de los ataques pueden determinar la localización del tumor cerebral.
Diagnóstico
Una evaluación neurológica se deberá realizar si el paciente presenta crecientes signos de disfunción mental, nuevos ataques, dolores de cabeza persistentes o que exista evidencia de presión dentro del cráneo como vómito o hinchazón o una protuberancia en la mancha ciega en la parte posterior del ojo.
Un neurólogo (quien es un doctor que ha recibido capacitación especial y adicional en el diagnóstico y tratamiento de desórdenes del cerebro, medula y nervios de la columna) realiza un examen completo, el cual puede incluir una resonancia magnética (IRM) escáner, una tomografía computarizada (TC o TAC) escáner o unos rayos X del torax para determinar si el tumor se ha extendido desde alguna otra parte del cuerpo. Una IRM encuentra por lo general astrocitomas de bajo grado antes que una TC. Una angiografía cerebral se utiliza muy rara vez para diagnosticar un tumor cerebral, pero se puede realizar antes de una cirugía.
Dependiendo de los síntomas que presente el paciente se realizarán pruebas especializadas. Estas pruebas incluyen el campo visual, la agudeza visual y la audición.

Si los resultados de otras pruebas no son concluyentes, se puede realizar un examen del fluido que rodea el cerebro y la medula espinal. Esto por lo general es necesario.
Tratamiento
El tratamiento para un tumor cerebral depende de la naturaleza del tumor, lo rápido que esté creciendo, los síntomas que ocasiona y el lugar en el que se encuentra. Normalmente se utilizan diversos enfoques para su tratamiento. La cirugía suele hacerse para brindar un diagnóstico y para mejorar los síntomas. Esto debe ser suficiente para curar tumores cerebrales benignos.
Para tratar los gliomas se requiere de terapia de radiación. La terapia de radiación puede ser benéfica para tumores que tienen poco tiempo y que se extendieron desde otras partes del cuerpo. La quimioterapia también beneficia a algunos pacientes con dichos tumores cerebrales.
Fuente: www.cedars-sinai.edu