Científicos estadounidenses descubren el papel de una proteína llamada ELF y creen que su hallazgo puede servir para desarrollar tratamientos eficaces para los tumores hepáticos
Tras la buena noticia que representó la presentación y publicación en “The Lancet”
de los resultados del ensayo clínico, dirigido por investigadores
españoles, en el que el fármaco sorafenib mostró ser capaz de aumentar
la supervivencia en pacientes con carcinoma hepático primario, un nuevo
estudio firmado por científicos estadounidenses ha descubierto un nuevo
mecanismo molecular causante de cáncer de hígado espontáneo, así como su
posible curación.
Publicado en la edición electrónica de “Oncogene”,
investigadores del Lombardi Comprehensive Cancer Center de la
Universidad de Georgetown, en Washington D.C., explican que la pérdida
de una sola copia del gen de la fodrina hepática embrionaria ELF
(embryonic liver fodrin) puede dar lugar al desarrollo de cáncer de
hígado en cultivos celulares humanos y en modelos in vivo.
En su investigación, los autores muestran que reintroducir
la proteína en las células tumorales, vuelve a mantenerse bajo control
la división y el crecimiento celular. En su opinión, esto significa que
la ELF u otras proteínas inhibidoras de la división y crecimiento
celular podrían desarrollarse como nueva terapia para esta forma de
cáncer hepático. “Buscamos maneras de tratar cánceres incurables
–escribe la Dra. Lopa Mishra, principal investigadora-, y los cánceres
de páncreas e hígado representan la tercera y cuarta causa de muerte
oncológica en el mundo”.
Los investigadores comentan que uno de los principales
obstáculos para tratar el cáncer de hígado es la variedad de mutaciones
distintas que se observan en los afectados. Sin embargo, el hallazgo
acerca de la ELF puede indicar que se trata de un componente crucial que
podría constituir una diana terapéutica en el 90% de los pacientes con
cáncer hepático. En la actualidad, sólo el 12% de los afectados son
candidatos a cirugía y muy pocos pueden recurrir a otras opciones de
tratamiento.
Además, el hallazgo del papel de la ELF también sugiere una
forma de prevenir la enfermedad. Dado que el cáncer es un proceso que
se desarrolla en varios pasos, comenzando con cirrosis para luego
progresar a cáncer, es posible que la misma molécula pueda emplearse
para tratar las lesiones hepáticas precancerosas.