fármaco mejora la supervivencia del mieloma múltiple


Investigadores y colegas del Moffitt Cancer Center han investigado la seguridad, la eficacia y la
dosis máxima tolerada de pomalidomida para los pacientes con mieloma múltiple que sufren de
la recaída de la enfermedad después del tratamiento con otros fármacos, como bortezomib y lenalidomida. Esta fase I de ensayos clínicos inscribió a 38 pacientes y pomalidomida proporcionó una respuesta mínima o mejor para el 42 por ciento de los pacientes, una respuesta parcial o mejor para el 21 por ciento, y una respuesta completa para el 3 por ciento. El estudio, fruto de la colaboración entre investigadores de Moffitt, Dana-Farber Cancer Institute, Hackensack University Medical Center, el Consorcio de Investigación de Mieloma Múltiple, y la Corporación Celgene, fue publicado en la edición del 14 de diciembre de Blood, la revista de la Sociedad Americana de Hematología. Según los autores, casi todos los pacientes con mieloma múltiple tratados con bortezomib, lenalidomida o talidomida, acortaron el tiempo de la recaída y los tiempos de supervivencia progresivamente con cada recaída posterior. Nuevos tratamientos eficaces que reestablecen la respuesta del tumor son necesarios con urgencia para mejorar los resultados para estos pacientes. “Este estudio abierto, fase I, de dosis escalada se llevó a cabo principalmente para evaluar la dosis máxima tolerada de pomalidomida”, dijo el coautor del estudio Daniel Sullivan, MD, director del centro asociado de investigación clínica en Moffitt. “El objetivo secundario fue evaluar la seguridad de pomalidomida cuando se administra con o sin dexametasona”. Los investigadores encontraron que pomalidomida, administrada en dosis crecientes (de 2 a 5 mg por día durante 21 a 28 días), en combinación con dosis bajas de dexametasona, demostró una “actividad alentadora con una toxicidad manejable”. Los investigadores observaron que hubo una baja incidencia de neuropatía periférica en sus pacientes del estudio, todos los cuales habían sufrido un fracaso en el tratamiento anterior con medicamentos conocidos por estar asociados con neurotoxicidad. Los efectos secundarios comunes incluyen neutropenia, anemia, trombocitopenia y la fatiga. Estos eventos adversos fueron generalmente manejables y no son inesperados en esta situación clínica. Estudios en curso de la fase II han confirmado la seguridad y eficacia de este fármaco en pacientes con recaída de mieloma. La FDA está estudiando el fármaco para su aprobación en esta población de pacientes.
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www.moffitt.org