Los resultados de la utilización de un robot para ayudar a los cirujanos a remover una próstata cancerosa,
son al menos tan buenos, si no mejores, que las otras dos técnicas utilizadas para realizar una prostatectomía radical - cirugía laparoscópica abierta - de acuerdo a un meta-análisis dirigido por investigadores en New- York-Presbyterian/Weill Cornell. El estudio, publicado en febrero 24 en línea en European
Urology, debería ayudar a resolver algunas de las controversias sobre el uso de la opción de robótica, conocida como prostatectomía radical laparoscópica asistida por robot (RALP, por sus siglas en inglés), dice el autor principal del estudio, el Dr. Ashutosh Tewari, director del Centro de Cirugía Robótica Lefrak y director del Instituto de Cáncer de Próstata en el New York-Presbyterian Hospital / Weill Cornell Medical Center.
“Existe un gran debate acerca de la mejor manera de remover una glándula de próstata cancerosa”, dijo el Dr. Tewari, quien también es el Profesor de Oncología Urológica de Ronald P. Lynch y profesor de urología y de salud pública en el Weill Cornell Medical College. “Dado a que la tecnología robótica es cara, los beneficios para el paciente a menudo se entrelazan con los costos para la sociedad. Está claro, sin embargo, que la cirugía robótica es la modalidad quirúrgica más popular hoy en día. Este estudio representa el mayor estudio sistemático realizado hasta la fecha que presenta los resultados de pacientes comparando la prostatectomías asistida por un robót, laparoscópica y la radical y abierta. Mediante el análisis de 400 artículos originales de investigación - todos los que se han publicado hasta la fecha sobre los tres métodos - el Dr. Tewari y sus colegas concluyeron que la RALP es más eficaz que una laparoscópica pura y es comparable a una cirigía abierta para remover completamente el cáncer del cuerpo. Los márgenes de cirugía positivos, una medida de
eficacia oncológica, fueron más bajos en los pacientes que recibieron una prostatectomía radical robótica en comparación con aquellos sometidos a prostatectomía laparoscópica.
Los investigadores también encontraron que las cirugías asistida por robot tuvieron menos tasas de complicaciones intraoperatorias y perioperatorias cuando comparadas con la laparoscópica y la cirugía abierta. Adicionalmente, la robótica mostró tanto una menor pérdida de sangre intraoperatoria como menores transfusiones de sangre, en comparación con la cirugía abierta.
El meta-análisis incluye información sobre el tratamiento de 286,876 pacientes, que representan la más grande recopilación de pacientes sometidos a prostatectomía radical hasta la fecha. “El entender cual es el mejor método para eliminar la próstata es importante” dice el Dr. Tewari, “debido a que el cáncer de próstata es el
cáncer más común diagnosticado y la segunda causa más común de muerte por cáncer en hombres en los países desarrollados”.
Pero dada la naturaleza del estudio, el Dr. Tewari dice que no puede recomendar un tipo de cirugía sobre otra. Hace hincapié en que los métodos quirúrgicos deben ser ajustados por la técnica y la experiencia del cirujano. Muchos estudios han demostrado que la experiencia quirúrgica es la que predice los resultados, mucho más allá del enfoque utilizado por sí solo.
“Este trabajo es innovador en su intento de descomprimir los datos de los resultados, de manera sistemática, en torno a las tres modalidades quirúrgicas para el tratamiento del cáncer de próstata, pero los datos que hemos utilizado no fueron estandarizadas - las medidas de resultado difirieron entre los estudios”, dice. “Aún creo que los resultados son significativos, ya que muestra la RALP tiene por lo menos tan buenos resultados como los otros métodos.” Este ambicioso proyecto tenía como objetivo la comprensión de los resultados a corto plazo (30 días) de las tres técnicas quirúrgicas.
Dado el corto período de tiempo, el meta-análisis no compara los resultados de continencia urinaria y potencia sexual.Los investigadores también encontraron que los pacientes de cirugía laparoscópica y robótica experimentaron menores tasas de pérdida de sangre y transfusiones y tuvieron una estadía hospitalaria más corta en comparación con los pacientes que se sometieron a cirugía tradicional. Otras medidas, como las tasas de reingreso, reintervención y las complicaciones, parecía favorecer la RALP, dicen los investigadores.
Mayor información:
www.nyp.org,