Dos medicamentos activa gen que combate el cáncer de riñón y el cáncer de mama


Un nuevo enfoque de gran potencial para el tratamiento de dos tipos de cáncer metastásico letales — cáncer de mama triple negativo y carcinoma renal de células claras, la forma más común de cáncer de riñón — ha sido descubierto por los investigadores de la Clínica Mayo en Jacksonville, Florida.
En la edición en línea de Molecular Cancer Therapeutics, los investigadores informan que dos fármacos, romidepsin y decitabina, trabajan en cooperación para activar un potente gen supresor de tumores que se silencia en estos tipos de cáncer. Una vez que el gen, sFRP1 (sFRP1 – secreted frizzled related protein one), comenzó a trabajar después de que los fármacos fueron utilizados, las células tumorales de laboratorio detuvieron su crecimiento y murieron. Ambos medicamentos están aprobados por la Food and Drug Administration para el tratamiento de cáncer de sangre y están siendo probados por separado en numerosos cánceres sólidos en los que sFRP1 está desactivado. Este estudio fue el primero en probar el
uso de ambos medicamentos en estos tipos de cáncer metastásico vinculados a sFRP1, y los resultados
son muy alentadores, dice el investigador principal del estudio, el biólogo molecular, John Copland,
Ph.D. “Tenemos ahora la base para un ensayo clínico destinado a proporcionar una terapia eficaz para los
dos tipos de cáncer resistentes a los medicamentos y tal vez para muchos otros tipos de tumores
en el futuro”, dice el Dr. Copland. Además del cáncer de mama y de riñón, sFRP1 es desactivado en el cáncer de colon, ovario, pulmón, hígado y otros tipos de tumores. El Dr. Copland y sus colegas descubrieron anteriormente que sFRP1 era silenciado en ciertos tipos de cáncer. Este nuevo trabajo demuestra que su expresión puede ser restaurada por romidepsin, que es un inhibidor de deacetilase
de histona, y por decitabina, un inhibidor de la metiltransferasa.
Ambos son fármacos epigenéticos, que modifican los genes de una forma que los afectan cuando están activados o desactivados. “Individualmente, cada medicamento no indujo ninguna forma de muerte de la célula, pero, juntos, mataron a todas las líneas celulares diferentes del cáncer de riñón y cáncer de mama triple negativo que probamos en el laboratorio”, dice el investigador principal Simon Cooper, Ph.D., biólogo molecular de la Clínica Mayo, especializado en cáncer renal.
Los dos tipos de cáncer afectan a 80.000 estadounidenses cada año y las terapias para el tratamiento de ambos, especialmente cuando están avanzadas, han sido muy limitadas, dice la coautora Dra. Edith Perez, vicedirectora del Centro de Cáncer de la Clínica Mayo. “Ahora, no sólo tenemos una ventaja muy prometedora para una futura terapia, sino que si este tratamiento combinado trabaja como esperamos que lo haga, tendremos un biomarcador que permitirá realizar pruebas para ver qué pacientes serían los más beneficiados”, dice ella. “En otras palabras, una prueba de biopsia podría identificar pacientes cuyos tumores han perdido la función sFRP1”.

El acercamiento para encontrar esta estrategia de nuevo tratamiento potencial es una novedad, agrega el oncólogo Michael Menefee, quien también es coautor del estudio.
“Este tipo de esfuerzo de investigación preclínica interdisciplinaria es importante, no sólo por el valor de la ciencia, sino porque también los medicamentos ya están en la clínica y esto facilitará los esfuerzos
traslacionales y esperamos que confirmará los descubrimientos preclínicos en pacientes con neoplasias malignas avanzadas”, dice el especialista.
Mayor información:
www.cancercenter.mayo.edu