6 mitos sobre el cáncer de prostata

Cuando se trata de cáncer de próstata, hay una gran confusión acerca de cómo prevenirlo, la detección temprana y la mejor manera de - o si incluso - tratarlo. A continuación se presentan seis mitos comunes del cáncer de próstata, junto con información basada en la investigación de científicos del Fred Hutchinson Cancer Research Center para ayudar a los hombres a separar la realidad de la ficción.
Mito 1 - Comer productos a base de tomate, como la salsa de tomate y salsa de pasta roja previene
el cáncer de próstata. "La gran mayoría de los estudios no muestran una asociación”, dijo Alan Kristal, Dr.Ph., director asociado del Programa de Prevención de Cáncer del Centro Hutchinson y un experto nacional en la prevención del cáncer de próstata. El año pasado Kristal y sus colegas publicaron los resultados del mayor estudio hasta la fecha que tuvo como objetivo determinar si los alimentos que contienen
licopeno - el nutriente que pone el rojo en los tomates - en realidad protege contra el cáncer de próstata.
Después de examinar los niveles de licopeno en cerca de 3,500 hombres en todo el país, no encontraron ninguna asociación. “Los científicos y el público deben entender que los primeros estudios apoyando una asociación dietética de licopeno con un menor riesgo de cáncer de próstata no se han replicado en estudios con biomarcadores séricos de la ingesta de licopeno”, informaron los autores en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention. “Las recomendaciones de las sociedades profesionales al público
deben ser modificadas para reflejar la probabilidad de que el aumento de la ingesta de licopeno
no afecta el riesgo de cáncer de próstata”.
Mito 2 - Los altos niveles de testosterona aumentan el riesgo de cáncer de próstata. “Esta es una hipótesis basada en una comprensión simplista del metabolismo de la testosterona y su efecto sobre el cáncer de próstata. Está simplemente equivocada”, dijo Kristal. A diferencia del estrógeno y el cáncer de mama, donde existe una relación muy fuerte, los niveles de testosterona no tienen ninguna relación con el riesgo de cáncer de próstata, dijo. Un estudio publicado en el año 2008 en el Journal of the National Cancer Institute, que combinó datos de 18 estudios a gran escala, no encontró ninguna asociación entre la concentración de testosterona en sangre y el riesgo de cáncer de próstata, y los estudios más recientes han confirmado esta conclusión.
Mito 3 - El aceite de pescado (los ácidos grasos de omega-3) disminuyen el riesgo de cáncer
de próstata. “Esto suena razonable, basado en una asociación de inflamación con el cáncer de próstata y los efectos antiinflamatorios de los ácidos grasos de omega-3”, dijo Kristal. Sin embargo, dos estudios mayores y bien diseñados incluyendo uno liderado por Kristal, que fue publicado el año pasado en el American Journal of Epidemiology - han demostrado que los niveles elevados de ácidos grasos omega-3 en la sangre aumentan las probabilidades de desarrollar cáncer de próstata de alto riesgo. Analizando los datos de un estudio a nivel nacional de casi 3,500 hombres, encontraron que aquellos con los mayores porcentajes de ácido docosahexaenoico en la sangre, o DHA, una inflamación reductora de ácidos
grasos omega-3 que se encuentran comúnmente en el pescado graso, tienen dos y media veces el riesgo de desarrollar cáncer de próstata agresivo y de alto grado en comparación con los hombres con los niveles más bajos de DHA. “Este hallazgo muy aleccionador sugiere que nuestra comprensión de los efectos de
los ácidos grasos omega-3 es incompleta”, dijo Kristal.
Mito 4 - Los suplementos dietéticos pueden prevenir el cáncer
de próstata. Varios grandes ensayos aleatorios que han examinado el impacto de los suplementos dietéticos
en el riesgo de varios cánceres, incluyendo el de próstata, han mostrado tener ningún efecto o, mucho más preocupante, han demostrado tener un riesgo significativamente aumentado. “Cuanto más nos fijamos en los efectos de tomar suplementos, más peligrosos parecen cuando se trata del riesgo de cáncer”, dijo Kristal. Por ejemplo, el Ensayo Clínico Selenio y la Vitamina E para Prevenir el Cáncer (SELECT), el mayor estudio de prevención del cáncer de próstata hasta la fecha, fue interrumpido temprano debido a que no encontró que ni el selenio ni los suplementos de vitamina E solos o combinados redujeron el riesgo de cáncer de próstata. Un estudio de seguimiento a SELECT, publicado el año pasado en JAMA, encontró que la vitamina E en la actualidad aumentó el riesgo de cáncer de próstata entre los hombres sanos. El Centro Hutchinson supervisó el análisis estadístico para el estudio, que involucró a casi 35,000 hombres en los EE.UU., Canadá y Puerto Rico.
Mito 5 - No se tiene conocimiento sobre cuales cánceres de próstata detectados por PSA
(Antígeno Prostático Específico) necesitan ser tratados y cuáles pueden ser dejados sin tratar. “De hecho, tenemos un muy buen conocimiento de cuales tipos de cáncer tienen un riesgo muy bajo de progresión y cuales son muy propensos a propagarse si no se tratan”, dijo la bioestadística Ruth Etzioni, Ph.D., miembra de la División de Salud Pública de Ciencias del Centro Hutchinson. Adicionalmente a los niveles de
PSA en la sangre, los indicadores de la enfermedad agresiva incluyen el volumen del tumor (el número de muestras de biopsia que contienen cáncer) y la puntuación Gleason (prediciendo la agresividad del cáncer por la forma en Alan Kristal, Dr.PH, es director asociado del Programa de Prevención de Cáncer de Fred Hutchinson Cancer Research Center de Seattle. agosto 2012 25 que las muestras de biopsia se ven bajo un microscopio). Las puntuaciones Gleason oscilan entre 2-5 (bajo riesgo) y 6-7 (riesgo medio) a 8-10 (de alto riesgo). “Los hombres con un bajo nivel de PSA, una puntuación de Gleason de 6 o menos y pocas muestras de biopsia con cáncer, son generalmente considerados de bajo riesgo”, dijo Etzioni. A estos hombres recién diagnosticados se les ofrece cada vez más una vigilancia activa - un enfoque de
conducta expectante - en lugar de aplicar una terapia para su enfermedad, sobre todo si son mayores   de edad o tienen una esperanza de vida corta. “La posibilidad de que estos hombres mueran por causa de su enfermedad si no son tratados es muy baja, alrededor de 3 por ciento”, dijo. Del mismo modo, los hombres que optan por este tipo de tratamiento tienen una tasa de mortalidad de alrededor 2 por ciento. “Para la mayoría de los casos de cáncer de próstata recién diagnosticados, contando con información clínica inicial e información de la biopsia, se puede obtener una buena idea de quien debe ser tratado y quien es probable que se beneficie del tratamiento diferido”.
Mito 6 - Sólo uno de cada 50 hombres diagnosticados con la prueba PSA se benefician del tratamiento. “Este número, que fue lanzado como un resultado preliminar del Estudio Aleatorio Europeo de Detección de Cáncer de Próstata, es simplemente incorrecto”, dijo Etzioni. “El mismo sugiere una muy desfavorable proporción daño-beneficio para la prueba de PSA. Esto implica que por cada hombre cuya vida es salvada por la prueba PSA, casi 50 son sobrediagnosticados y tratados en exceso”. El “sobrediagnóstico” es el diagnóstico de una enfermedad que nunca causará síntomas o la muerte en la vida del paciente. El
“tratamiento excesivo” es el tratamiento de una enfermedad que nunca progresará para convertirse
en sintomática o potencialmente mortal. La proporción de 50 a uno se basa en el seguimiento de corto plazo y “subestima” las vidas a ser salvadas a través de la detección a largo plazo y sobreestima el número
de hombres que son sobrediagnosticados. “La proporción correcta de los hombres diagnosticados con la prueba PSA que son sobrediagnosticados y sobretratados versus los hombres cuyas vidas son salvadas por el tratamiento  a largo plazo es más probable que sea de 10 a uno”, dijo.
Mayor información:
www.fhcrc.org