Mientras los nuevos medicamentos se vuelvan mucho más seguros, algunos medicamentos antiguos, siguen dando satisfacciones, y uno de los productos que no han perdido vigencia y del que se siguen descubriendo mayores beneficios, es el bicarbonato de sodio.
En la actualidad la dieta mundial viene cambiando a un consumo exagerado de azúcar y carbohidratos, que se convierten en glucosa, principal alimento de las bacterias y hongos que aumentan desmedidamente dentro del cuerpo humano. Estas bacterias y hongos producen desechos y toxinas que con el tiempo se transforman en medios ácidos que llevan a deteriorar los diversos tejidos corporales. El cáncer se desarrolla en un medio ácido.
En muchas personas, para poderse eliminar estas toxinas el hígado las convierte en alcohol, que en exceso, hace que las personas se sientan atontadas o mareadas. Otras manifestaciones del aumento de acidez son los dolores de cabeza, depresión, ansiedad, nerviosismo, problemas hormonales y otros.
Las carnes, quesos, cacahuates, café, té negro, edulcorantes artificiales, cerveza, licores, son los que producen la mayor cantidad de acidez. Basados en este principio, las últimas noticias en el tratamiento del cáncer han surgido en Italia, por parte del médico oncólogo Dr. Tulio Simoncini, quien ha logrado destruir tumores cancerosos utilizando el bicarbonato de sodio, sí, el simple, inofensivo y barato bicarbonato de sodio, que ha demostrado ser un agente anticáncer extremadamente eficaz.
El bicarbonato de sodio, ha resultado ser un químico al que las células cancerosas no pueden soportar, al invadirlas con una ola de alcalinidad, que permite que reciban mayor cantidad de oxígeno del que pueden tolerar. Como las células cancerosas no pueden sobrevivir en la presencia de altos niveles de oxígeno, el bicarbonato de sodio es para este propósito un asesino instantáneo de los tumores cancerosos.
El bicarbonato de sodio es un químico compuesto con la fórmula NaHCO3, y popularmente se utiliza para aliviar temporalmente la acidez estomacal, corregir la acidosis en los trastornos de los riñones, alcalinizar la orina durante las infecciones de vías urinarias y minimizar la cristalización del ácido úrico durante el tratamiento de la gota. La prescripción médica del bicarbonato de sodio se hace en inyecciones para tratar la acidosis metabólica en algunas intoxicaciones medicamentosas. Pero también el bicarbonato de sodio está disponible en la farmacia para uso doméstico.
El oncólogo italiano Dr. Simoncini dice que ?a principal razón que lo motivó a utilizar este compuesto para tratar los tumores, es que aunque hay un cúmulo de factores variables en el desarrollo y proliferación de los tumores cancerosos, el cáncer vive y se alimenta de la acidez del cuerpo al igual que las infecciones por hongos?.
Terapia Anti-Hongos para el Cáncer
En opinión del Dr. Simoncini, por el momento, no hay nada mejor ni remedio más útil contra los hongos que el bicarbonato de sodio. Los productos anti-fúngicos (anti-hongos) que se venden actualmente, no tienen la capacidad de penetrar hasta un tumor canceroso, pues han sido diseñados para actuar sólo a niveles del estrato epitelial y no afectan otros planos. Hemos visto además, que los tumores tienen la capacidad de cambiar su estructura genética, lo que significa que en una primera fase, se sensibilizan contra los fungicidas y en poco tiempo ya lo han codificado y son capaces de metabolizar la substancia sin sufrir daños, y por el contrario, aprovechan el beneficio de la gran toxicidad que representa el medicamento para el organismo.
Este fenómeno sucede, por ejemplo, en el carcinoma invasivo de próstata. Para esta afección, se prescribe una terapia anti-hongos, que al principio parece ser eficaz a nivel de síntomas, pero a medida que pasa el tiempo, pierde su efectividad.
El bicarbonato de sodio, por su parte, se difunde extremadamente rápido y sin la complejidad estructural que el hongo puede fácilmente codificar, retiene por largo tiempo su capacidad para penetrar la masa del tumor. También, esto es debido a la velocidad a la que los desintegra, lo que hace imposible la adaptación del hongo, que no puede defenderse. La terapia con bicarbonato de sodio debe hacerse a dosis fuertes, continuadamente y sin ciclos de pausa, para lograr un trabajo destructivo que debería ser continuado de principio a fin sin interrupción por lo menos durante 7-8 días durante el primer ciclo, tomando en cuenta que un tumor de 2 a 4 centímetros, comienza a disolverse entre el tercer y cuarto día y colapsa entre el cuarto y el quinto día de tratamiento.
Por lo general, el límite de dosis máximo puede administrarse en una sesión, administrando cerca de 500cc de bicarbonato de sodio en una solución del cinco por ciento, con la posibilidad de aumentar o disminuir la dosis hasta un 20%, en función de la masa o del individuo, o en la presencia de varios tumores donde puede requerirse mayor cantidad de las sales. El Dr. Simoncini, deja claro que las dosis indicadas son inofensivas y que las mismas la ha venido usando sin ningún problema durante más de treinta años en otras enfermedades como:
Cetoacidosis diabética
Reanimación cardiorespiratoria
Embarazo
Hemodiálisis
Diálisis peritoneal
Intoxicación farmacológica
Hepatopatía
Cirugía Vascular
Fuente:
www.revistamundonatural.com