Yacon contra el cancer

Se afirma que potencialmente protege contra el cáncer, ayuda a la absorción del calcio y las vitaminas en el cuerpo y no aumenta las concentraciones de glucosa, es decir que evita un problema para los diabéticos.
A pesar de que no precisamente bonito --el yacón tiene una cáscara oscura y parece una papa alargada-- su estatus de superproducto se ha convertido en una promesa de alimentación natural para exportación desde este país sudamericano.
"¿Un superproducto? Definitivamente sí. Pero no ha habido mucha difusión sobre cómo usarlo o cuáles son sus propiedades", afirmó el empresario Giancarlo Zamudio, cuya compañía Naturandina, comenzará a exportar yacón, a razón de cuatro embarques mensuales por un valor de 57.000 dólares cada uno, a Japón, donde lo usarán para dar sabor al yogurt. El yacón, que es conocido en la región andina desde Venezuela hasta el norte de Argentina, tiene una textura crujiente y es refrescante, dulce y jugoso.
Si se deja al sol, su dulzura se intensifica y se puede comer como si fuera una fruta, consumir en bebidas, jarabes o tortas.
Una de sus principales bondades para la salud es que su dulzor proviene principalmente de la oligofructuosa, la cual no puede ser absorbida por el organismo.
Eso significa que el yacón es naturalmente bajo en calorías --una jarra de sirope de yacón contiene la mitad de calorías que una jarra de miel-- y su dulzor no eleva los niveles de glucosa en la sangre.
Adicionalmente, la oligofructosa protege el colon de infecciones. Algunos productos como los bio-yogurts tienen el mismo efecto, pues se les añade oligofructosa, pero el yucón la posee de forma natural.
"Es un alimento dietético y también diabético", afirmó el experto en yacón Michael Hermann, quien encabeza el proyecto para las Raíces de los Andes en el Centro Internacional de la Papa con sede en Lima.
RAICES AÑEJAS, NUEVOS DESCUBRIMIENTOS
El yacón es una raíz de una planta con finos girasoles amarillos que los mensajeros incas llamados "chasquis" sacaban de la tierra para mitigar su sed.
Se piensa que es originario de una región que va desde el centro de Perú hasta el norte de Bolivia.
En la década de 1980 fue exportado a Nueva Zelanda y de ahí fue llevado a Japón y aunque actualmente crece también en Brasil y Tailandia. Perú tiene el mayor número de variedades y es el mayor productor con un estimado de 600 hectáreas.
Hermann señaló que fue en Japón donde se descubrieron las cualidades de la oligofructuosa en el yucón.
"Los japoneses también encontraron que cuando se usaba en el té evitaba los incrementos de glucosa en la sangre que ocurren cuando se come azúcar", destacó.
Ese incremento es un problema para los diabéticos, que poseen altos niveles de glucosa en la sangre debido a que su organismo no produce los suficientes niveles de insulina, una hormona que normalmente se produce en el cuerpo para controlar químicamente la ingesta de alimentos.
Se dice en Perú que el yacón es bueno para los diabéticos, además de ser beneficioso para la prevención del cáncer, por sus propiedades laxativas y para evitar la osteoporosis

Cancer cerebral pinealoma

  • Hoy se reconocen varios tipos de tumores de la glandula pineal: el germinoma (teratoma atípico), el pinealoma (pineocitoma, pineoblastoma), el verdadero teratoma con células derivadas de las tres capas germinales, y el glioma.
  • El germinoma es una masa firme que generalmente alcanza 3-4 cm de diámetro. Comprime el colículo superior y estrecha el acueducto de Silvio. A menudo se extiende anteriormente hacia el tercer ventrículo pudiendo comprimir el hipotálamo. Un germinoma puede originarse también en el suelo del tercer ventrículo; este se ha denominado como germinoma ectópico o suprasellar. Microscópicamente, los tumores están compuestos por células epiteliales grandes, esféricas separadas por una red de tejido conectivo reticular, que contiene muchos linfocitos.
  • El pinealoma y pineloblastoma reproducen la estructura normal de la glándula pineal. Aumentan la glándula, son invasivos localmente pudiendose extender en el tercer ventrículo y a lo largo del neuroeje. Su crecimiento característico se parece al del germinoma. El teratoma y quistes dermoides y epidermoides no tienen rasgos específicos. Algunos son benignos. Los gliomas son generalmente astrocitoma de grado variable de malignidad. De nuestros casos el 50% de los tumores pineales son germinomas. Los niños, adolescentes y jóvenes adultos son los afectados. Es raro verlos después de la treintena.
  • En algunos casos el síndrome clínico de los varios tipos de pinealoma consiste en un aumento de la Presión Intracraneal. Antes de esto el signo localizador de mayor valor es un signo de Parinaud -incapacidad para mirar hacia arriba y pupilas ligeramente dilatadas que reaccionan a la acomodación pero no a la luz. Estos signos están relacionados con el hidrocéfalo (dilatación de la parte posterior del tercer ventrículo comprimiendo el tegmento del mesencéfalo superior) y no a los efectos locales del tumor. Algunas veces una ataxia de los miembros, movimientos coreicos o debilidad espástica aparecen en los estadíos finales del tumor. Pero no está claro si tales síntomas son debidos a la compresión neoplásica de la braquia conjuntiva y otras estructuras del mesencéfalo o a la hidrocefalia. Pubertad precoz se presenta en hombres con germinomas. RNM y TAc. LCR puede contener células tumorales.
    Inicialmente considerados como inoperables, el uso del microscopio quirúrgico hace posible la excisión por vía supracerebelosa o transtentorial. La biopsia es necesaria por que cada tipo de tumor pineal responde de forma diferente al tratamiento. Además ocasionalmente se puede encontrar tan sólo un quiste aracnoideo que puede precisar sólo excisión. Los germinomas deben extirparse en lo más posible, seguido de irradiación del neuroeje. Se está evaluando el uso de quimioterapia en adiccción o sustitución de la radioterapia.

Cancer cerebral papiloma de plexo coroideo

Los tumores de los plexos coroideos son tumores cerebrales primarios infrecuentes, derivados del epitelio del plexo coroideo, que aparecen predominantemente en la infancia. Se han descrito tres tipos: papiloma de plexo coroideo (OMS I), papiloma atípico (OMS II) y carcinoma (OMS III). Su localización más frecuente son los ventrículos laterales, seguido del cuarto y del tercero. Su forma de presentación clínica más frecuente es la hidrocefalia. La diseminación leptomeníngea es posible tanto en el papiloma como en el carcinoma, pero mucho más frecuente en este último. En adultos es muy importante realizar diagnóstico diferencial con metástasis de neoplasias sistémicas en el plexo coroideo.
El papiloma de plexo coroideo es curable con cirugía. La radioterapia se reserva para casos con resección incompleta o recurrencia tumoral. La resección completa tiene también un papel pronóstico fundamental en el carcinoma de plexo coroideo, aunque es necesario tratamiento complementario con radioterapia y/o quimioterapia.
Los tumores del plexo coroideo son neoplasias de localización intraventricular, derivadas del epitelio del plexo coroideo. La localización más frecuente son los ventrículos laterales (50%), seguido del cuarto (40%) y del tercero (5%). Se han descrito ocasionalmente localizaciones ectópicas (intraparenquimatosa, supraselar, epidural espinal). El papiloma de plexo coroideo es una neoplasia benigna que se incluye dentro del grado I de la OMS. El papiloma atípico de plexo coroideo presenta actividad mitótica incrementada (≥2 mitosis por 10 campos de gran aumento) y mayor riesgo de recurrencia, incluyéndose en el grado II de la OMS. El carcinoma de plexo coroideo es una neoplasia maligna, grado III de la OMS (Paulus et al.; 2007).
Globalmente, los tumores de los plexos coroideos representan el 0,3-0,6% de todos los tumores cerebrales. Son más frecuentes en la infancia (2-4% de todos los tumores cerebrales en menores de 15 años y 10-20% de los que debutan durante el primer año de edad). Los papilomas son mucho más frecuentes que los carcinomas. El 80% de estos últimos ocurren en niños. Mientras que los tumores localizados en el cuarto ventrículo aparecen por igual en todos los grupos de edad, el 80% de los situados en los ventrículos laterales aparecen en pacientes menores de 20 años. Debido a su infrecuente aparición en adultos, es imprescindible realizar un cuidadoso diagnóstico diferencial con metástasis de otras neoplasias sistémicas en los plexos coroideos (Berger et al.; 2002). En cuanto a su distribución por sexos, son más frecuentes en hombres, sobre todo los situados en el cuarto ventrículo.
Aunque la mayor parte de los tumores de plexos coroideos son esporádicos, se ha descrito su asociación a síndromes genéticos como el síndrome de Li-Fraumeni (mutaciones germinales de TP53), el síndrome de predisposición a tumores rabdoides (mutaciones germinales de INI1), el síndrome de Aicardi y la hipomelanosis de Ito (Paulus et al.; 2007).
Su forma de presentación clínica más frecuente es la hidrocefalia, bien por obstrucción al flujo de LCR, por hiperproducción del mismo, o por ambos mecanismos (Berger et al.; 2002). En los niños más pequeños puede producirse incremento de la circunferencia craneal. En el caso del papiloma de plexo coroideo, las pruebas de neuroimagen muestran una lesión intraventricular, generalmente de bordes bien definidos, iso o hiperdensa, isointensa en T1, hiperintensa en T2 y con captación irregular de contraste. El carcinoma de plexo coroideo es generalmente una lesión de gran tamaño con intensidad de señal heterogénea, bordes irregulares, invasión del parénquima cerebral adyacente y edema perilesional. La diseminación leptomeníngea es posible tanto en el papiloma como en el carcinoma, pero mucho más frecuente en este último.

Tratamiento
 El tratamiento de elección del papiloma de plexos coroideo es la extirpación quirúrgica completa, que consigue supervivencias a los 5 años de hasta el 100%. Si existe hidrocefalia, la extirpación del tumor suele ser suficiente para resolverla, aunque en ocasiones es necesario un procedimiento de derivación ventriculoperitoneal. La radioterapia puede emplearse en pacientes con resecciones incompletas o recurrencia tumoral.
El tratamiento óptimo del carcinoma de plexos coroideos incluye también su extirpación completa, seguida de quimioterapia o radioterapia focal (Berger et al.; 2002). En caso de resección incompleta y/o diseminación leptomeníngea, suele realizarse tratamiento con quimioterapia y radioterapia de todo el neuroeje (craneoespinal). En niños pequeños suelen usarse pautas intensivas de quimioterapia para evitar o retrasar el tratamiento radioterápico.

Cancer Cerebral hemangioblastoma del cerebelo

HEMANGIOBLASTOMA DEL CEREBELO 

hemangioblastoma de cerebeloPaciente de sexo masculino de 23 años de edad con alteraciones cerebelosas en la forma de desviación en la marcha y fuertes dolores de cabeza. Los estudios radiológicos demostraron un tumor en hemisferio cerebeloso. Se resecó el tumor y se realizó estudio histopatológico que demostró una neoplasia benigna con vasos capilares tapizados por células endoteliales de citoplasma de aspecto vacío y vasos que se formaban en el citoplasma de algunas células. Las células sin atipìas ni mitosis. Se hizo el diagnóstico de HEMANGIOBLASTOMA DEL CEREBELO.

El hemangioblastoma es un tumor benigno que se da en la fosa posterior del cráneo en donde se sitúan el cerebelo, el bulbo y el comienzo de la médula espinal. Pueden aparecer espontáneamente o formar parte del Síndrome de Von Hippel-Lindau, trastorno neoplásico que se da en un niño cada 36.000 nacidos vivos. Es multisistémico (afecta a varios órganos) y la herencia es dominante de penetración incompleta (es decir, se transmite de padres a hijos, pero no todos los hijos padecen la enfermedad). Se asocia por ello a quistes renales, pancreáticos, carcinoma renal o feocromocitoma (tumor benigno de las glándulas suprarrenales).
El tratamiento es quirúrgico y consiste en la resección del tumor y el pronóstico es bueno salvo si forma parte del síndrome de Von Hippel-Lindau en cuyo caso depende de la evolución del mismo.
Es propio de adultos jóvenes como en el caso que comentamos.

Ovcell cura cáncer recurrente

El cáncer recurrente también es curable con Ovcell

Ovcell ha obtenido excelentes  resultados en los diferentes tipos de cáncer, debido a que su mecanismo de acción es muy sencillo: localizar las células enfermas y reemplazarlas por células sanas. Esto significa que, si hay mutación,  infiltración o metástasis, el resultado siempre será el mismo: la eliminación de las células cancerígenas y el reemplazo e inmunización de las nuevas células.
Ovcell va aun más allá. El tratamiento también ha sido notablemente exitoso en casos de cáncer recurrente, es decir, cuando una persona ha sido tratada con el protocolo convencional (quimioterapia, radioterapia, cirugía y, a veces, terapia hormonal) y vuelve a adquirir la enfermedad. El dictamen médico en dichos casos es que, por no responder a los tratamientos alopáticos no hay ninguna posibilidad de curación y el pronóstico suele ser de escasos meses de vida. Ovcell en estos casos, es la única solución eficaz.
Queda, por supuesto, entendido que si Ovcell cura el cáncer recurrente, su acción sobre un cáncer incipiente, una mutación o la misma prevención, está totalmente garantizada.
Esencias Rejuvenecedoras Ltda. tiene las evidencias clínicas de estos casos de cáncer recurrente, como por ejemplo un cáncer de ovario con un seguimiento anual durante 8 años por parte del Instituto Nacional de Cancerología y otro caso reciente de cáncer recurrente de seno en una mujer menor de 40 años. Después del tratamiento con Ovcell, el cáncer desapareció totalmente. Se pueden escuchar estos casos reales de curación de cáncer y muchas otras enfermedades más, en la sección testimonios. Por obvias razones de discreción y ética profesional, los exámenes clínicos de casos con cáncer no serán publicados en esta página web, sin embargo pueden ser enviados al correo electrónico del oncólogo, médico y paciente o familiar interesado en conocer dichas evidencias.

Ovcell es la medicina biomolecular más avanzada que existe en el mundo, cura todas las enfermedades, elimina definitivamente el dolor y rejuvenece todo el organismo. Ovcell cura el cáncer, la diabetes, la artrosis y más de 100 enfermedades conocidas.

Ovcell reconstruye los tejidos a partir de la activación de las células madre. Reconstruye tejido óseo y adiposo, cartílagos, articulaciones, músculo cardíaco. Al activar y nutrir las células madre, Ovcell es eficaz en el tratamiento y la curación de diferentes enfermedades tales como: cáncer, infartos, artrosis, obesidad y osteoporosis.
 Fuente: www.ovcell.com

Guía nutricional para personas con cáncer

Esta guía nutricional para personas con cáncer, sobre todo para las personas que están expuestas a tratamientos químicos, quimioterapia y fármacos, será de gran ayuda para tratar esta enfermedad. Hay que recordar que los tratamientos químicos y medicamentos pueden ayudar a controlar el cáncer pero la cura verdadera consiste en una transformación profunda de hábitos tanto de vida como alimenticios
El médico naturista y homeópata, Julio Quiroz, afirma que si se desea sanar de cáncer hay que ponerse a dieta estricta, tomando sólo ciertos alimentos y eliminando completamente otros de la comida diaria. La dieta para erradicar el cáncer consiste en escoger una fruta (la que sea del gusto de la persona con esta afección) y comerla durante 7 días junto con dos litros de agua pura. Esto es lo único que se deberá comer y beber, pero se puede comer toda la fruta que se quiera, no hay límite, la clave esta en comer sólo esa fruta durante 7 días.
Una vez que se ha cumplido esta semana de purificación, la persona deberá entonces instalarse en consumir progresivamente (poco a poco) sólo determinados productos y eliminar los otros de su dieta diaria, esto deberá hacerlo hasta que sane.
Se debe tomar en cuenta que en casos de tratamientos muy fuertes o largos con químicos y medicamentos, pueden haber ocasionado en la persona alteraciones en el metabolismo de grasas y proteínas, lo cual puede haber afectado el volumen muscular de la persona. Se requerirá en este caso mucha determinación, voluntad y amor a si mismo por parte del afectado para efectuar un verdadero y profundo tratamiento a través del alimento.
Alimentos NO permitidos después de la dieta de purificación: todos los lácteos de origen animal y derivados, carnes rojas, embutidos, fritos y toda la chatarra. Además, no se deben incluir en la dieta ningún tipo de azúcar ni harina refinada ni derivados como refrescos, sodas, galletas, etc. En muchas dietas para personas con cáncer se suele dar prioridad a estos alimentos por la razón de que son calóricos y contienen proteínas, lo cual ayuda a los pacientes que necesitan aumentar masa muscular y elevar su energía debido al consumo de esta por los tratamientos y medicamentos. Sin embargo, estos productos solo obstruyen la capacidad curativa del cuerpo, irritando el sistema nervioso y atascando los intestinos de toxinas. Si se desea en verdad incrementar la energía y el nivel proteico es necesario incluir proteínas de calidad y azucares y harinas NO refinados en la dieta.  
Alimentos permitidos después de la dieta de purificación: vegetales frescos, frutas (muy energéticas, saludables y nutritivas, sus azucares son de gran calidad), cereales integrales, leches vegetales, pescados, aceites vegetales, pollo y pavo sin freír.
ALIMENTOS Y COMPLEMENTOS PARA AYUDAR A ERRADICAR EL CÁNCER:
AJO: con propiedades curativas ideales para ayudar a tratar casi todas las enfermedades, es un excelente antibiótico natural, regenerador y regulador de las funciones celulares, microbicida, desinfectante, descongestionante y tonificador de la glándula pituitaria.
GUANABANA (GRAVIOLA, ANONA; ZAPOTE DE VIEJAS, ETC): se ha encontrado recientemente que la guanábana posee  anonacina, un compuesto que puede tener efectos para combatir el cáncer.
Vegetales frescos y cereales integrales: aportan al cuerpo energía, nutrientes y, sobre todo, fibra de gran calidad, ayudaran a mantener el intestino en excelentes condiciones y a elevar la calidad de la sangre y líquidos del cuerpo. El brócoli (brécol), la zanahoria, la col, la coliflor, la alfalfa, el tomate rojo y la cebolla no deben faltar en tu dieta. 
ACEITE DE OLIVA DE PRIMERA EXTRACCIÓN: contiene un fenol que ha sido probado y el cual evita el crecimiento tumoral.
ALIMENTOS ANTIOXIDANTES: ayudan a revitalizar y regenerar células dañadas, deterioradas y enfermas. Algunos de los alimentos más ricos en antioxidantes son: las uvas, las frutas cítricas y ácidas, el pimiento, las semillas de la manzana, aloe, los arándanos, el limón, el ajo, las bayas de goji, las algas marinas, las naranjas, los tomates rojos. etc.
DIETA PARA PESONAS CON CANCER (a seguir después de la dieta depurativa)
NOTA: si sientes molestias como diarrea o dolor de estómago, etc., durante esta dieta, tómalo como algo normal, hay algo que se llama crisis de curación que sucede cuando el cuerpo se esta curando y depurando a fondo, y de alguna forma parece que empeora todo pero en realidad se esta sanando. 
AYUNAS: toma el diente de un ajo con un vaso de agua tibia. Si es la primera vez que tomas ajo, hazlo con medio diente de ajo solamente.
DESAYUNO: debes empezar con alguna fruta como piña, guayaba, papaya, naranja, etc. (de preferencia una fruta cítrica o ácida, o papaya) Escoge una fruta por semana y mantén tomando esta fruta en el desayuno. Después de desayunar espera 20 minutos y entonces desayuna ya sea pan tostado integral, yogurt sin azúcar (de preferencia casero), leche de almendras o soja, avena con pan integral y miel, o un sandwich vegetariano con jitomate, agrega al pan una cucharada de aceite de oliva, aguacate, lechuga, queso panela, orégano y si gustas aceitunas. Nada de mayonesa ni irritantes como mostaza o chiles en vinagre.
MEDIA MAÑANA: (como a las 12), tomar un vaso de jugo fresco de zanahoria con una ramita de apio y alfalfa, bebe enseguida para que la verdura no pierda sus vitaminas. Puedes variar los vegetales cada día. No agregues nada de sal ni limón ni endulzante, bebe al natural. Dos o tres veces a la semana usa jugo de alóe, sábila o nopal.
COMIDA: escoge un platillo cocinado y una ensalada. Por ejemplo, pescado asado con verduras al vapor (evita cocinarlas mucho) o ensalada fresca, o sopa de miso con ensalada, o arroz integral con verduras o ensalada, o pasta integral con verduras o ensalada. No se valen carnes rojas, pollo solo una vez a la semana, no uses crema, quesos fermentados o salados, ni panadería ni pasta refinada. Tampoco embutidos ni fritos, si comes pescado o pollo que se asado o al vapor.
MEDIA TARDE: (como 5 o 6): come arándanos, uvas, fresas o algún alimento antioxidantes. Recuerda no combinar frutas con ningún otro alimento.
CENA: Puedes cenar panadería integral, alguna sopa o caldo con los alimentos permitidos, un plato de arroz integral, sándwich, etc.
ANTES DE DORMIR: (1 hora después de haber cenado), come una manzana.
AGUA: bebe al menos 2 litros diarios.

Cáncer cerebral meduloblastomas

Los meduloblastomas son tumores que se forman en la región de la fosa posterior del cerebro. Se desconoce cuál es la célula de origen exacta. Estos tumores también se conocen como tumores neuroectodérmicos primitivos (PNET por sus siglas en inglés). También pueden formarse tumores con las mismas características en otras partes del cerebro. Este tipo de tumor tiende a diseminarse a otras áreas del cerebro y a la médula espinal.

Incidencia
  • El meduloblastoma representa alrededor del 20% de los tumores cerebrales en pacientes pediátricos.
  • Se observan con mayor frecuencia en la primera década de vida, y la mitad de ellos afecta a niños menores de seis años de edad.
  • Estos tumores son ligeramente más frecuentes en los varones que en las mujeres.

Características y síntomas clínicos
  • La mayoría de los pacientes tienen antecedentes de cefalea y vómitos matutinos, que empeoran con el tiempo.
  • Debido a la ubicación del tumor, los pacientes también pueden experimentar trastornos en la destreza y problemas con tareas como la escritura manual.
  • Suele observarse un deterioro gradual en el desempeño escolar.
  • Rara vez los pacientes pueden presentar una disminución visual al momento del diagnóstico.
  • Si el tumor se diseminó a la médula espinal, los síntomas pueden incluir dolor de espalda, dificultad para caminar e incapacidad para controlar las funciones intestinales y de la vejiga.

Indices de supervivencia
Los índices de supervivencia oscilan entre el 60% y el 80%.

Estrategias terapéuticas
  • Para tratar el meduloblastoma se utilizan cirugía, radioterapia y quimioterapia. El objetivo de la intervención quirúrgica consiste en extirpar la mayor cantidad de masa tumoral que sea posible. Cuando la cirugía es practicada por neurocirujanos altamente entrenados que utilizan técnicas modernas, la mayoría de los tumores pueden extirparse por completo. Después de la cirugía, se realizan pruebas para determinar si existe tumor residual en el sitio de la intervención, y si el tumor se diseminó y a dónde.
  • Los pacientes cuyos tumores fueron extirpados por completo y que no se diseminaron, actualmente se tratan con dosis bajas de irradiación al cerebro y la médula espinal. La meta consiste en disminuir los efectos colaterales a largo plazo producidos por la irradiación. Posteriormente, los pacientes reciben quimioterapia. En un estudio nacional, el 80% de los niños tratados de esta forma sobrevivieron. Se requiere de más tiempo para observar si este enfoque reduce los efectos tardíos y mejora la calidad de vida.
  • Si el tumor se diseminó a otras áreas del cerebro y la médula espinal (o en casos raros, a la médula ósea) se considera que el paciente es de alto riesgo. Estos pacientes reciben dosis más altas de radioterapia antes de la quimioterapia.

Estado actual de las investigaciones
La investigación actual sobre los meduloblastomas se encuentra a distintos niveles.
  • Los científicos de laboratorio están tratando de entender los cambios genéticos que se producen dentro de las células tumorales que las convierten en cancerosas.
  • Los oncólogos especializados en radiación están estudiando la forma de administrar radioterapia para aniquilar las células tumorales reduciendo el daño al tejido cerebral sano circundante.
  • Los estudios de desarrollo farmacológico identificaron nuevos agentes que parecen prometedores en modelos experimentales de estos tumores. Estos agentes se están estudiando en pacientes con enfermedad de alto riesgo.
  • Otro enfoque clínico consiste en utilizar células madre de la sangre para permitir la administración de dosis altas de quimioterapia que, de otro modo, reducirían peligrosamente el recuento sanguíneo.
  • Actualmente se están estudiando quimioterapias más cortas y más intensas en niños con tumores de bajo y de alto riesgo.

Cancer cerebrla linfoma cerebral primario

Es un cáncer de las células linfáticas que comienza en el cerebro.
Causas
La causa del linfoma cerebral primario se desconoce, pero es más común en personas entre los 45 y 70 años de edad.
Los pacientes con sistemas inmunitarios debilitados están en mayor riesgo de presentar linfoma cerebral primario. Las causas frecuentes de un sistema inmunitario debilitado abarcan:
  • VIH
  • Trasplante de órganos, especialmente de corazón
El linfoma cerebral primario también está ligado al virus de Epstein-Barr (EBV), el que causa la mononucleosis, especialmente en personas con infección por VIH.
La tasa del linfoma cerebral primario está aumentando, sin embargo, este cáncer aún es raro.
Síntomas
  • Cambios en el habla
  • Cambios en la visión
  • Confusión
  • Fiebre
  • Alucinaciones
  • Dolores de cabeza
  • Insensibilidad al calor, al frío, al dolor
  • Cambios en la personalidad
  • Convulsiones
  • Debilidad en las manos
  • Pérdida de peso
Pruebas y exámenesSe pueden realizar los siguientes exámenes para ayudar a diagnosticar un linfoma cerebral primario:
  • Biopsia del cerebro
  • Tomografía computarizada y resonancia magnética de la cabeza
  • Punción raquídea (punción lumbar) para llevar a cabo exámenes como:
    • conteo celular en LCR
    • citología en el LCR
    • citometría de flujo en el LCR
    • Proteína total en LCR 
    Tratamiento
La afección generalmente se trata primero con corticosteroides para controlar cualquier hinchazón local y mejorar los síntomas. Sin embargo, la quimioterapia puede incrementar la sobrevida en 3 a 4 años o más y consta por lo regular de metotrexato en altas dosis administrado a través de una vena (por vía intravenosa) o una punción raquídea (intratecalmente).
El tratamiento de pacientes con sistemas inmunitarios debilitados no es tan efectivo, pero está mejorando.
La radioterapia alguna vez fue el principal tratamiento para el linfoma cerebral primario, pero ahora generalmente se administra sólo para pacientes que no responden a la quimioterapia.
Muchos pacientes reciben más de un tratamiento. Esta terapia combinada abarca fármacos como temozolomida, rituximab, citarabina y etopósido.
Recientemente, se ha tratado a pacientes más jóvenes con dosis altas de quimioterapia. Después de la quimioterapia, los pacientes son sometidos a un autotrasplante de células madre.
Pronóstico
Sin tratamiento, los pacientes con un linfoma cerebral primario sobreviven menos de dos meses. Los pacientes tratados con quimioterapia a menudo sobreviven 3 a 4 años o más.
Alrededor de un 40% de los pacientes están vivos a los 5 años. Los pacientes de edad avanzada en general tienen un pronóstico menos alentador que los pacientes más jóvenes.
Posibles complicaciones
Dentro de las posibles complicaciones se encuentran:
  • Efectos secundarios de la quimioterapia, incluyendo conteos sanguíneos bajos
  • Efectos secundarios de la radiación, incluyendo confusión, dolores de cabeza, problemas del sistema nervioso (neurológicos) y muerte tisular
  • Retorno (recurrencia) del linfoma
Nombres alternativosLinfoma cerebral; Linfoma del cerebro; Linfoma primario del sistema nervioso central

Cancer cerebral meningiomas

Los meningiomas son tumores que se desarrollan en las delgadas membranas o meninges, que cubren al cerebro y a la médula espinal. Los meningiomas por lo general crecen lento y no invaden el tejido normal que las rodea. Es raro que se extiendan a otras partes del sistema nervioso central o al cuerpo.
Síntomas
Los síntomas de un meningioma dependen del lugar en el que se localice. Éste es uno de los pocos tumores que produce cambios en las características del hueso del cráneo y que a veces se puede observar en unos rayos X del cráneo.
Causas y Factores de Riesgo
Son los únicos tumores del cerebro que son más comunes en las mujeres que en los hombres. Afectan a las personas de todas las edades, pero son más frecuentes entre las edades de 40 a 60 años.
Diagnóstico
Una evaluación neurológica se debe de realizar si el paciente presenta incremento de pequeños signos de disfunción mental, nuevos ataques o persistentes dolores de cabeza o si existe evidencia de presión dentro del cráneo ( por ejemplo vómito, hinchazón, o una protusión de la mancha ciega en la parte posterior del ojo).
Un neurólogo (quien es un doctor que ha recibido capacitación especial y adicional en el diagnóstico y tratamiento de desórdenes del cerebro, medula y nervios de la columna) realiza un examen completo, el cual puede incluir una resonancia magnética (IRM) escáner, una tomografía computarizada (TC o TAC) escáner o unos rayos X del torax para determinar si el tumor se ha extendido desde alguna otra parte del cuerpo. Una IRM encuentra por lo general astrocitomas de bajo grado antes que una TC. Una angiografía cerebral se utiliza muy rara vez para diagnosticar un tumor cerebral, pero se puede realizar antes de una cirugía.
Dependiendo de los síntomas que presente el paciente se realizarán pruebas especializadas. Estas pruebas incluyen el campo visual, la agudeza visual y la audición. Si los resultados de otras pruebas no son concluyentes, se puede realizar un examen del fluido que rodea el cerebro y la medula espinal. Aunque esto es por lo general innecesario; es esencial para diagnosticar meningitis crónica o subaguda o para identificar hipertensión intracraneal benigna.
Tratamientos
La cirugía, particularmente para tumores medianos a grandes tipo meningioma en el cerebro, es mucho más exitosa que cualquier otro tipo de tumores cerebrales y es el tratamiento que se prefiere para meningiomas que pueden ser tratados. Sin embargo, meningiomas muy grandes pueden meterse al tejido cerebral o a las venas que lo rodean dificultando la extracción quirúrgica.
La radiocirugía estereotáctica se puede utilizar para meningiomas que se alcanzarían con la cirugía o para restos del tumor que hayan quedado después de que se utilizó la cirugía tradicional.

Una recurrencia de meningiomas puede requerir de tratamiento adicional como la radio terapia.

Cancer cerebral Ependioma

El ependimoma es un tumor de lento crecimiento que se origina de células ependimarias de la pared de los ventrículos cerebrales o del canal ependimario, que afecta preferentemente a los niños y adultos jóvenes. Corresponde histológicamente a grado II de la clasificación de la OMS (Organización Mundial de la Salud).
GENERALIDADES
El ependimoma representa el 3,9% de todos los tumores neuroepiteliales y el 6,12% de los tumores intracraneanos en la infancia. Es más frecuente en niños pequeños, representando el 30% de todos los tumores intracraneanos en los niños menores de 3 años. Se presenta por igual en ambos sexos. La edad más frecuente es alrededor de los 6 años y luego hay un segundo pico de frecuencia entre 30 y 40 años.
LOCALIZACIÓN
El ependimoma puede nacer en cualquier punto del sistema ventricular o del canal espinal, pero también puede nacer alejado del epéndima ventricular, de nidos de células ependimarias que quedaron como remanentes aislados en el parénquima cerebral durante la embriogénesis. En los niños, la localización más frecuente de este tumor es en la fosa posterior, mientras que en los adultos es en la médula espinal. En los niños, ocupa el tercer lugar de frecuencia en la fosa posterior, después del meduloblastoma y astrocitoma.
Es un tumor de comportamiento paradojal, pues es más probable una prolongada sobrevida e incluso una curación en un niño con ependimoma anaplásico supratentorial con resección total que en un paciente con ependimoma de bajo grado en la fosa posterior, donde raramente se logra una resección total.
El aspecto del tumor varía según su localización. En los ventrículos laterales adopta la forma del ventrículo y cuando es extraventricular, en el parénquima cerebral mimetiza un astrocitoma, pues a veces es también quístico.
En la fosa posterior se origina en el piso o en el techo del IV ventrículo, al que ocupa totalmente en su crecimiento. El tumor suele extenderse hacia el ángulo pontocerebeloso, aflorar en la cisterna magna y apoyarse sobre la superficie del tronco cerebral.
Es un tumor blando, que se aspira fácilmente, de color grisáceo, que se delimita bien del tejido normal. Generalmente tiene un punto de implante en el tronco cerebral que es en realidad donde el tumor se origina y es allí donde no se debe intentar resecarlo todo, pues se puede producir daño irreparable en el tronco cerebral.
HISTOPATOLOGÍA
Desde el punto de vista anatomopatológico1 el ependimoma se identifica con dos elementos característicos: las rosetas ependimarias y las seudorrosetas perivasculares.
Las rosetas ependimarias, o rosetas verdaderas, son acúmulos de células en forma radiada alrededor de una luz central. Este elemento histológico es patognomónico del ependimoma pero sólo está presente en la minoría de los casos.
En cambio, las seudorrosetas también están formadas por acúmulos de células ordenadas radialmente alrededor de vasos sanguíneos. Estos elementos están presentes en la mayoría de los casos pero no son patognomónicos.
El ependimoma puede presentar cambios regresivos que incluyen áreas de degeneración mixoide, hemorragia intratumoral y focos de cartílago. Las calcificaciones son muy frecuentes y ayudan al diagnóstico en la tomografía computada (TAC).
El ependimoma anaplásico es la variante maligna del ependimoma. Es de rápido crecimiento, alto índice mitótico, frecuentemente acompañado de proliferación microvascular y necrosis. Corresponde al grado III de la clasificación de la OMS. Es más frecuente en niños pequeños y en el compartimiento supratentorial.
En el ependimoma en general, la diferenciación histológica no se correlaciona con la evolución, pues un ependimoma de bajo grado, benigno en apariencia, puede comportarse localmente muy agresivo.
Este tumor, al igual que el meduloblastoma, puede diseminarse por LCR y producir metástasis, tanto en el parénquima cerebral como en la médula espinal . El 15% de los pacientes tienen evidencia de diseminación al diagnóstico.

SÍNTOMAS Y SIGNOS
El signo inicial más frecuente en los pacientes con ependimoma de fosa posterior es el vómito. Este signo es tan frecuente que, en la jerga neuroquirúrgica decimos que todo tumor de fosa posterior en un niño que comienza con vómitos es un ependimoma hasta que se demuestre lo contrario. Se cree que es por estimulación del centro del vómito en el piso del IV ventrículo, pero también puede ser por hipertensión endocraneana (SHE).
A medida que el tumor crece y ocupa el IV ventrículo, muchas veces en su totalidad, se produce hidrocefalia triventricular con los signos propios de SHE: cefaleas matinales que calman con el vómito, vómitos a veces "en chorro", edema de papila. Este último signo puede llevar a la ceguera por atrofia de papila, aunque se haya removido el tumor, si el SHE fue de larga evolución.
Es común en el ependimoma el compromiso de pares craneanos, sobre todo VII y VIII, dado que el tumor generalmente nace del piso del IV ventrículo e infiltra los núcleos de dichos pares craneanos, lo que raramente ocurre con el meduloblastoma. La parálisis del VI par, generalmente, está producida por la hidrocefalia.
Muchas veces los padres refieren cambios de carácter en el niño, mal comportamiento escolar, progresiva dificultad en el aprendizaje, etc.
Cuando el ependimoma está localizado en el compartimiento supratentorial, crece en el interior del sistema ventricular formando a veces un verdadero molde de los ventrículos laterales y/o del III ventrículo. Al crecer dentro de cavidades, el paciente permanece asintomático por mucho tiempo, adquiriendo el tumor grandes dimensiones antes de dar sintomatología. Cuando el crecimiento tumoral produce obstrucción a la circulación del LCR, aparecen los síntomas de SHE por hidrocefalia3.
Otras veces el tumor crece, como dijimos, alejado del sistema ventricular: ependimoma extraventricular, y se comporta como cualquier proceso expansivo intraparenquimatoso cuya sintomatología estará dada por la ubicación del tumor: convulsiones, paresias, trastornos de conducta, etc.
TRATAMIENTO
El tratamiento de elección del ependimoma es la resección total, pero lamentablemente ello es posible solamente en menos de la mitad de los casos, dependiendo básicamente de la localización del tumor y no de su estirpe histológica. Como dice Tomita "Los pacientes con reseccion no total, invariablemente desarrollarán recurrencia"5.
En los ependimomas de fosa posterior, ya sean de bajo grado o anaplásico, solo es posible la resección total en los casos que nacen del techo del IV ventrículo, pero la mayoría nace del piso del IV ventrículo, por lo que la resección subtotal es la regla para no producir un daño neurológico permanente en el niño. En estos casos se debe dejar una pequeña capa de tumor adherida al piso del IV ventrículo debidamente coagulada. En estos casos de resección subtotal, se completa el tratamiento con radioterapia local conformada (acelerador lineal) sea un ependimoma de alto grado o no.
Actualmente se está realizando radioterapia conformada también en niños menores a partir del año de edad. Investigadores del St. Jude Hospital han reportado que el tratamiento de pacientes en este grupo de edad con radioterapia conformada no presenta significativo déficit en su posterior función neurocognitiva6. Por otro lado ningún esquema de quimioterapia ha demostrado ser efectivo en estos tumores por lo que por el momento su uso ha sido restringido.
En el ependimoma supratentorial la posibilidad de resección total es mucho más frecuente. Cuando se logra resección total, confirmada por biopsia negativa de las paredes de la loge operatoria, la impresión del cirujano, y la IRM libre de tumor, no se aplica radioterapia aunque se trate de un ependimoma anaplásico. Si la resección no es total, en el ependimoma se espera su crecimiento y se lo somete a un "second look" (reoperación). En cambio, en el ependimoma anaplásico, si la resección no pudo ser total, se completa con radioterapia conformada local. Un ejemplo es el paciente de la figura 10 que fue operado a la edad de 1 año en 1988 de un ependimoma de bajo grado muy calcificado. Actualmente, después de 20 años sin recidiva se lo considera curado.
Fig. 10. Ependimoma de bajo grado operado en el año 1988 con resección total y su control 20 años después sin recidiva.
En cambio, la paciente de la figura 11 también de 1 año de edad, operada en 1990 de un ependimoma anaplásico con resección subtotal, falleció un año después de la cirugía con diseminación generalizada en ambos hemisferios.
Fig. 11 Paciente de 1 año de edad operada en 1990 de un ependimoma anaplásico con resección subtotal: A. Preoperatorio; B. Postoperatorio inmediato; C. Diseminación en ambos hemisferios un año después de la cirugía.
RECIDIVA Y DISEMINACIÓN
En los casos de recidiva, ésta siempre es en el sitio original. Si el ependimoma es benigno se plantea la reoperación. Si el ependimoma es anaplásico, y la recidiva resecable se efectúa un "second look" y se completa con quimioterapia aunque ésta no ha resultado efectiva en el ependimoma en general. Si pasó un tiempo prudencial se puede intentar nuevamente la radioterapia.
La diseminación, al igual que en el meduloblastoma, se realiza por vía de la leptomeninge. Las metástasis espinales son más frecuentes en el ependimoma infratentorial anaplásico, pero también el de bajo grado puede darlas, aunque menos frecuentemente.
La diseminación neoplásica se trata con radioterapia local pero siempre es de pronóstico fatal en el ependimoma. 
CONCLUSIONES
El ependimoma representa el 10% de los tumores primarios del SNC en la infancia. El 50% de los pacientes con ependimoma son menores de 5 años. El 60% de estos tumores se localiza en fosa posterior y el 40% en el compartimiento supratentorial. El 70% son benignos (Grado II de la OMS) y el 30% anaplásicos (Grado III de la OMS). Los anaplásicos predominan en el compartimiento supratentorial y los de bajo grado en fosa posterior.
El tratamiento de elección es la resección total; cuando ésta no es posible se completa con radioterapia conformada local en los ependimomas de fosa posterior, sean anaplásicos o no. En los ependimomas supratentoriales, si la resección no es total se completa con radioterapia conformada local solamente en los anaplásicos.
El tratamiento de las metástasis es la radioterapia local.
La quimioterapia no ha demostrado ser efectiva en ninguno de los dos tipos de ependimoma. La sobrevida es mejor y las posibilidades de curación son mucho más elevadas en un ependimoma anaplásico supratentorial con resección total, que en un ependimoma de fosa posterior, histológicamente benigno, con resección subtotal.
La sobrevida está directamente relacionada al grado de exéresis y no a la anaplasia. El peor pronóstico es en los niños menores de 3 años con resección parcial.
Fuente: http://www.scielo.org.a

Cancer Cerebral Glioblastoma multiforme

Glioblastoma multiforme. Representa el 25% de todos los tumores cerebrales, el 55% de los tumores del grupo glioma, el 90% de los gliomas de los hemisferios cerebrales del adulto. La punta de incidencia es la edad media de la vida. Hombres doble que mujeres.
Se trata de un tumor altamente maligno muy infiltrante que puede alcanzar un enorme tamaño antes de que llame la atención médica. Puede extenderse hasta la superficie meníngea o pared ventricular. Las células malignas trasportadas por el LCR, pueden formar focos distales en las raices espinales o causar una amplia gliomatosis meníngea. Las metástasis extraneurales son muy raras generalmente afectan al hueso y ganglios lenfáticos después de la craneotomía. Cerca del 50% son bilaterales o ocupan más de un lóbulo o hemisferio. Entre el 3 y 6% son multicéntricos.
El tumor tiene una apariencia variada, siendo gris moteado, naranja o marrón dependiendo del grado de necrosis y la presencia de hemorragia, reciente o antigua. Es altamente vascular y en una arteriografía se puede observar una red de vasos anormales que dan lugar a confusión con un hemangioma y desplazamiento de los vasos normales como resultado del efecto de masa. Alguna porción del ventrículo lateral se encuentra desplazado con frecuencia, tanto el ventrículo lateral como el tercero puede ser desplazado contralateralemnte, rasgos que se demuestran con la TAC.
Los rasgos histológicos característicos son una gran celularidad con pleomorfismo e hipercromatismo de los núcleos; astrocitos identificables con fibrillas en combinación con astroblastos en muchos casos, células tumorales gigantes y células con mitosis; hiperplasia de las células endoteliales de los vasos pequeños y necrosis,hemorragia y trombosis de los vasos. Originalmente se pensó como derivado de células embrionarias primitivass, se piensa ahora que deriva de anaplasia de astrocitos maduros. Kernohan sugiere que el término glioblastoma sea sustituido por el de astrocitoma maligno,grado 3 o 4..Normalmente los términos más empleados son glioblastoma multiforme y astrocitoma anaplásico, estos términos normalmente corresponden a los astrocitomas grados 3 y 4. los dos tumores difieren en la edad de comienzo y respuesta al tratamiento. La edad media del pacientes con glioblastoma multiforme es de 56 años y con astrocitoma anaplásico de 46. En las series amplias recientes, la supervivencia postoperatoria a los 18 meses fue del 15% en los pacientes con glioblastoma y del 62% en pacientes con astrocitoma anaplásico.
Clínicamente, los síntomas cerebrales difusos y convulsiones (presentes en el 30-40% de los casos) dan paso en pocas semanas a un sindrome más definido frontal, parietal, temporal o callosal. Raramente sin embargo los síntomas apuntan a un solo lóbulo cerebral y basta con apuntar a la región amplia que se encuentra involucrada. McCabe observa que el 10% de los glioblastomas comienzan con síntomas mentales confirma nuestra propia experiencia.
En un grupo minoritario de pacientes (4%)el comienzo de los síntomas puede ser agudo. Esto es atribuido a hemorragia o a la rápida expansión de un quiste en el tumor. El LCR es ocasionalmente sanguinolento en estas circustancias. Nosotros hemos observado también pacientes en los que los síntomas evolucionan en dos o tres semanas y a pesar de la cirugía mueren rápidamente.Sin embargo en la mayoría de los pacientes los síntomas están presentes durante tres, seis meses antes de que el diagnóstico se establezca. El desarrollo rápido de síntomas cerebrales focales se relaciona normalmente con el edema cerebral, hemorragia y necrosis más que con la infiltración del tumor. Es considerable el tamaño que pùede alcanzar el tumor antes de que trastorne la función cerebral.
La historia natural del glioma es bien conocida. Menos de un quinto de los pacientes sobreviven al año del comienzo de los síntomas y sólo el 10% a los sos años. El edema cerebral el incremento de la presión intracraneal y la herniación del lóbulo temporal son las causas immediatas de muerte.

El tratamiento es más que insatisfactorio.

  • Cirugía: En la operación sólo parte del tumor puede ser extirpado. El caracter multicéntrico y difusamente infiltrativo( ) de estos tumores desafían al escalpelo. Siguiendo a la máxima resección posible, sin la adición de quimioterapia y radioterapia la media de supervivencia es de sólo 14 semanas y pocos pacientes sobrevien más allá del año.
  • Radioterapia La terapia de radiación a dosis de 5000 rads durante un periodo de 3 a 4 semanas, incrementa la supervivencia por cinco meses.
  • Quimioterapia Temozolamida, En 2002 Stupp y cois, publican sus resultados finales en un grupo de pacientes a los que se les administra TMZ concomitantemente con RDT como tratamiento de primera línea, en pacientes diagnosticados de G.M. de novo, mostrando su seguridad y eficacia, al prolongar la supervivencia global. Ha mostrado una buena actividad como quimioterápico usado individualmente, un perfil de seguridad aceptable y beneficios en la supervivencia con AA recurrentes.
    • La adición del agente quimioteraeútico BCNU incrementa la supervivencia sólo modestamente. La dexametasona mejora la función neurológica. La superviencia más allá de los dos años es escepcional, las mayor parte de los pacientes mueren en el intervalo de un año.
Una variante inusual de este tumor es la gliomatosis cerebri, en la cual todo un hemisferio o todo el cerebro es difusamente infiltrado sin que se observe una masa delimitada. La afectación del intelecto, cefalea, convulsiones y papiledema son las principales manifestaciones La TAC muesrtra ventrículos pequeños y áreas múltiples de disminuición de la densidad,a pesar de su naturaleza difusa.
Los pacientes con tumores cerebrales de cura infrecuente o irresecables deberán considerarse idóneos para participar en ensayos clínicos que evalúan la irradiación hiperfraccionada, la radiación de fracción acelerada, la radiocirugía estereotáctica, los radiosensibilizadores, la hipertermia, la braquiterapia intersticial o la radioterapia intraoperatoria usada en junto con la radioterapia de haz externo para mejorar el control local del tumor. Estos pacientes también son idóneos para participar en estudios que evalúan nuevos fármacos y modificadores de respuesta biológica después de radioterapia o para ambos. Grupos cooperativos se encuentran evaluando nuevas opciones de tratamiento.

Cancer cerebral Astrocitoma

Los tumores astrocitoma son una forma de glioma con células en forma de estrella. A menudo y por largos periodos crecen muy lento o no del todo. Por lo tanto, una cercana observación más que un tratamiento es posible en algunos casos (especialmente en aquellos asociados con neurofibromatosis).
Síntomas
Los síntomas generales de un astrocitoma son el resultado de una presión que crece en el cráneo. Estos síntomas son dolor de cabeza, vómito y cambios en los estados mentales. Otros síntomas, tales como somnolencia,letargo,terquedad, cambios en la personalidad, desórdenes de conducta y problemas con sus facultades mentales, se presentan tempranamente en uno de cada cuatro pacientes con tumores cerebrales malignos.

 RM axial ,sagital y coronal con contraste de un astrocitoma
En los niños pequeños, la creciente presión de un astrocitoma dentro del cráneo puede alargar la cabeza. Cambios (como hinchazón) se pueden observar en la parte posterior del ojo, donde se localiza la mancha ciega. Por lo general no hay cambios en la temperatura, en la presión sanguínea, pulso, o en el ritmo respiratorio excepto antes de la muerte. Son más comunes los ataques con meningiomas, con astrocitomas de lento crecimiento y con oligodendrogliomas que con gliomas malignos.
Los síntomas de un astrocitomas varían dependiendo en que parte del cerebro se localice y esté siendo afectada por el tumor (o en que glándula o nervio). A veces la naturaleza de los ataques pueden determinar la localización del tumor cerebral.
Diagnóstico
Una evaluación neurológica se deberá realizar si el paciente presenta crecientes signos de disfunción mental, nuevos ataques, dolores de cabeza persistentes o que exista evidencia de presión dentro del cráneo como vómito o hinchazón o una protuberancia en la mancha ciega en la parte posterior del ojo.
Un neurólogo (quien es un doctor que ha recibido capacitación especial y adicional en el diagnóstico y tratamiento de desórdenes del cerebro, medula y nervios de la columna) realiza un examen completo, el cual puede incluir una resonancia magnética (IRM) escáner, una tomografía computarizada (TC o TAC) escáner o unos rayos X del torax para determinar si el tumor se ha extendido desde alguna otra parte del cuerpo. Una IRM encuentra por lo general astrocitomas de bajo grado antes que una TC. Una angiografía cerebral se utiliza muy rara vez para diagnosticar un tumor cerebral, pero se puede realizar antes de una cirugía.
Dependiendo de los síntomas que presente el paciente se realizarán pruebas especializadas. Estas pruebas incluyen el campo visual, la agudeza visual y la audición.

Si los resultados de otras pruebas no son concluyentes, se puede realizar un examen del fluido que rodea el cerebro y la medula espinal. Esto por lo general es necesario.
Tratamiento
El tratamiento para un tumor cerebral depende de la naturaleza del tumor, lo rápido que esté creciendo, los síntomas que ocasiona y el lugar en el que se encuentra. Normalmente se utilizan diversos enfoques para su tratamiento. La cirugía suele hacerse para brindar un diagnóstico y para mejorar los síntomas. Esto debe ser suficiente para curar tumores cerebrales benignos.
Para tratar los gliomas se requiere de terapia de radiación. La terapia de radiación puede ser benéfica para tumores que tienen poco tiempo y que se extendieron desde otras partes del cuerpo. La quimioterapia también beneficia a algunos pacientes con dichos tumores cerebrales.
Fuente: www.cedars-sinai.edu

Medicamentos contra el cancer cerebral

De acuerdo con los resultados presentados en la conferencia "Terapias y blancos moleculares contra el cáncer", presentada en Boston la semana pasada, cuatro nuevas drogas han sido efectivas en el tratamiento de trs tipos distintos de tumores cerebrales. A pesar de muchos se mantienen escépticos sobre estas primeras pruebas en laboratorio, el equipo de Rich piensa que están cercanos a obtener una terapia efectiva contra los tumores.
Existen varias peculiaridades de los tumores cerebrales que los hacen distintos a cualquier otro tipo de tumor. Estas masas celulares, malignas o benignas, que crecen innecesariamente en el sistema nervioso, no producen metástasis en ningún otro lugar fuera del sistema nervioso y por ello muchos oncólogos no las consideran necesariamente cáncer cerebral. Por otro lado, estos tumores aparecen y se desarrollan dentro del cráneo, donde no tienen mucho espacio para expandirse. Son estas características las que provocaran un sinnúmero de síntomas que llevará al paciente donde su doctor.
"Desafortunadamente, los tumores malignos continúan matando a las personas aproximadamente un año después del diagnóstico. Esto no ha variado en diez años. Las terapias que tenemos tampoco son de mucha ayuda. La quimioterapia, por ejemplo, no se centra en sólo el tumor sino que afecta todo el organismo lo que causa muchos efectos secundarios bastante molestos en el paciente", expresó Rich durante la conferencia.
Pero las nuevas terapias moleculares están centradas en las células anormales y diseñadas para atacar tan sólo al tumor. Las cuatro nuevas drogas presentadas fueron probadas en el laboratorio. Algunas fueron usadas en tumores humanos que fueron implantados en roedores mientras que otras fueron implementadas a tumores crecidos in vitro.
"Hemos utilizado lo que se llama inhibidor molecular y su funcionamiento es fascinante", dijo el galeno.
De hecho, estos inhibidores atacan partes sumamente específicas dentro del tumor. Uno de los medicamentos, conocido hasta ahora como ZD6474, actúa bloqueando un procedimiento que se llama angiogénesis. Para entender este increíble proceso es preciso comprender primero lo que hace un tumor para continuar creciendo.
Esta masa de células utiliza unos factores de crecimientos que aparecen en las células para sus propios beneficios. El propósito es secuestrar la maquinaria celular para que trabaje para la directiva del tumor y continúe dividiendo las células sin parar. Una vez secuestrada la maquinaria, el tumor organiza las herramientas celulares para que trabajen para él, desde la producción de proteínas hasta la creación de vasos sanguíneos que lleven la sangre al tumor y lo mantengan vivo.
Los científicos han impedido que esta cadena de eventos ocurra, bloqueando el primer paso.
"Estos medicamentos, o inhibidores, tapan unos 'bolsillitos' dentro de las células que son receptores para la molécula ATP que activa los factores de crecimiento. Si bloqueamos estos receptores para la molécula ésta no aparecerá y el tumor no contará con los factores de crecimiento que necesita para vivir. Otras drogas no bloquean el ATP sino otras moléculas que impiden que el tumor cree sus propios vasos sanguíneos. De esta forma se reduce dramáticamente y muere", explicó el investigador.
Por el momento, los científicos han logrado reducir y disminuir el crecimiento de tres tipos de tumores: el gliobastoma, que es el más letal de todos, el meduloblastoma y el epandimoma. "Creemos que los tumores deben tratarse de forma individual y lo mejor hasta el momento es una combinación de drogas de acuerdo con el tipo de tumor y con el lugar donde esté alojado", concluyó Rich.

Las causas de un tumor cerebral

Sólo se conocen las causas que promueven la aparición de tumores malignos cerebrales debido a metástasis. Es decir, que el cáncer que se ha desarrollado en otras partes del cuerpo se ha expandido hasta llegar a la materia gris. Sin embargo, los orígenes de los demás tipos de tumores en el cerebro, conocidos como tumores primarios, son aún completamente desconocidos. Este desconocimiento hace mucho más difícil el estudio de los tumores cerebrales y la categorización de los síntomas que caracterizan esta enfermedad. Por el momento, los dolores de cabeza que son más fuertes en la mañana, las convulsiones, la náusea sin motivo, los mareos y los problemas visuales son las características que suelen llevar a un paciente con un tumor cerebral hasta el consultorio médico. Otros síntomas pueden presentarse y su gravedad dependerá de la locación del tumor en el cerebro. Los tumores primarios en el cerebro no hacen metástasis fuera del sistema nervioso central.

Causas de los tumores cerebrales

Las causas de los tumores cerebrales no son conocidas. Los investigadores están tratando de resolver este problema. Entre más puedan averiguar que es lo que causa los tumores cerebrales, mayores oportunidades habrá para encontrar la forma de prevenirlos.
Los médicos no pueden explicarse porque una persona tiene un tumor cerebral y otra no, pero lo que sí saben es que los tumores no se pueden “pasar” de una persona a otra. Los tumores cerebrales no son contagiosos.
Aún cuando los tumores cerebrales pueden presentarse a cualquier edad, los estudios muestran que son más comunes entre dos grupos. El primer grupo es el de niños de 3 a 12 años; el segundo es el de adultos de 40 a 70 años.
Estudiando a un gran número de pacientes, los investigadores encontraron algunos factores de riesgo que aumentan la posibilidad de que una persona desarrolle un tumor en el cerebro. Las personas con estos factores de riesgo tienen más probabilidades de tener un tumor cerebral. Por ejemplo, hay estudios que muestran que ciertos tipos de tumores cerebrales son más frecuentes entre la gente que trabaja en ciertas industrias, tales como refinerías, manufactura de hule, y en la fabricación de medicinas.
Otros estudios han mostrado que los químicos y los embalsamadores tienen mayor incidencia de tumores cerebrales. Los investigadores también están viendo si al estar expuestos a cierto virus pueda ser una causa. En ocasiones varios miembros de la misma familia son diagnosticados con tumores, y es por esto que los investigadores están haciendo estudios con familias con antecedentes de tumores cerebrales para ver si son hereditarios. Hoy en día, los científicos no creen que las heridas en la cabeza sean la causa de que se desarrollen los tumores cerebrales. En la mayoría de los casos, los pacientes con tumores cerebrales no muestran un factor de riesgo. Lo más probable es que haya varios factores actuando juntos.

Tipos de tumores cerebrales

Tumores intracraneales primarios:

e denominan tumores cerebrales primarios a aquellos que se originan en el cerebro, es decir, que no tienen su origen en otras partes del cuerpo. Suelen aparecer durante la infancia y también a partir de los cuarenta o cincuenta años. El tipo de tumor y su localización vienen determinados por la edad; en la infancia y adolescencia predominan los astrocitomas infratentoriales y los tumores de la línea media como el meduloblastoma y el pinealoma; en la edad adulta, los astrocitomas anaplásicos y glioblastomas (que son los tumores intracraneales primarios más diagnosticados aunque el más frecuente en series autópsicas es el meningioma). El origen de los tumores intracraneales primarios es desconocida. Algunas enfermedades hereditarias presentan una elevada incidencia de tumores intracraneales, lo que sugiere la existencia de factores genéticos predisponentes.

Astrocitoma:

Se trata de otro tipo de glioma. Los gliomas son tumores que crecen a partir de los tejidos que sostienen y rodean a las células nerviosas. El astrocitoma comprende un grupo de tumores con formas de conducta biológica muy diferente. Existen astrocitomas pilocíticos, difusos y anaplásicos. El tratamiento del astrocitoma pilocítico es quirúrgico. En los astrocitomas difusos de bajo grado de malignidad se recomienda practicar radioterapia después de la cirugía, sobre todo si quedan restos tumorales. El tratamiento de los anaplásicos es el mismo que el de los glioblastomas. La supervivencia está en relación al grado de malignidad. La mayoría de los tumores pilocíticos no aparecen de nuevo después de haber sido extirpados en su totalidad. Por contra, la supervivencia media de los pacientes con astrocitoma anaplásico es inferior a los 3 años.

Glioblastoma multiforme:

Este tumor representa el 20 por ciento de todos los tumores intracraneales y pertenece a la familia de unos tumores llamados gliomas (en realidad, la mitad de los gliomas, son glioblastomas). Los gliomas son tumores que crecen a partir de los tejidos que sostienen y rodean a las células nerviosas. Suele aparecer en la quinta o sexta década de vida y afecta más a los hombres que a las mujeres (un 60 por ciento a hombres y un 40 por ciento a mujeres). Se localiza habitualmente en los hemisferios cerebrales y en un 5-10 por ciento de los casos se origina en más de un lugar. Se comporta con marcada malignidad, invadiendo rápidamente el tejido cerebral y a menudo tiene ya un gran tamaño en el momento de ser diagnosticado, ocupando más de un lóbulo cerebral o extendiéndose al hemisferio opuesto a través del cuerpo calloso (el cuerpo calloso es un conglomerado de fibras nerviosas blancas que conectan estos dos hemisferios). El cuadro clínico consiste inicialmente en manifestaciones generales como cefalea, vómitos, trastornos mentales y crisis convulsivas (epilépticas) siguiéndose al cabo de pocas semanas de un síndrome focal lobar o de un síndrome del cuerpo calloso. Dado que se trata de un tumor muy vascularizado en ocasiones el debut puede ser ictal (con muerte de tejido cerebral) debido a una hemorragia intratumoral. El tratamiento consiste en cirugía lo más radical posible seguida de radioterapia.

Ependimoma:

Es un tumor derivado de las células ependimarias. Estudiando el tejido aparece como "benigno", pero una minoría de tumores presentan cambios anaplásicos. El cuadro clínico depende de la localización. Los ependimomas del cuarto ventrículo causan hidrocefalia (dilatación anormal de los ventrículos cerebrales a causa del exceso de líquido cefalorraquídeo en el cerebro) y un síndrome de hipertensión intracraneal general. El tratamiento consiste en la extirpación del tumor seguida de radioterapia local. En los ependimomas anaplásicos se recomienda radioterapia craneoespinal para prevenir la diseminación de las células tumorales.

Meningiona:

Es un tumor benigno originado a partir de células aracnoideas. Representa el 15 por ciento de todos los tumores intracraneales, predomina en mujeres en proporción de 2 a 1 y su máxima frecuencia se da en la séptima década de la vida. Es un tumor bien delimitado, redondeado o aplanado (meningioma en placa) y separado del tejido esencial del cerebro por una cápsula. Se origina en las células de la membrana que recubre el cerebro. El tratamiento ideal es la extirpación radical del tumor. Cuando su situación no permite extraerlo completamente lo habitual es que vuelva a aparecer, en este caso se recomienda la radioterapia local sobre el lecho tumoral.

Linfoma cerebral primario:

Representa el 1-2 por ciento de todos los tumores intracraneales primarios pero su incidencia está aumentando debido a la asociación que tiene con estados de inmunosupresión adquirida ( SIDA, quimioterapia prolongada, trasplantados) o congénita ( ataxia-telangiectasia , síndrome de Wiskott-Aldrich ). En su mayoría son linfomas de células B (tumores del tejido linfático) con grado intermedio o alto de malignidad. Se localizan en cualquier parte del cerebro, cerebelo y médula espinal y en un 10 por ciento de los casos se hallan en más de una localización. Es un tumor de crecimiento rápido, altamente celular e infiltrativo y con gran capacidad para invadir el sistema ventricular y el espacio subaracnoideo causando ventriculitis y meningitis linfomatosas. El 30 por ciento de los linfomas cerebrales primarios desaparecen con tratamiento esteroideo, pero posteriormente vuelven a aparecer. La cirugía sólo tiene valor diagnóstico. La radioterapia holocraneal consigue supervivencias medias de 12 meses. El tratamiento combinado de radioterapia y quimioterapia ha ofrecido en estudios preliminares mejores resultados que la radioterapia sola.

Meduloblastoma:

Se trata de un tumor con origen en las células embrionarias. Su comportamiento es maligno. El cuadro clínico se caracteriza por cefalea matutina progresiva, vómitos, vértigos y sensación de inestabilidad. La exploración física muestra coordinación escasa y movimientos inseguros, movimientos inconscientes y rápidos del globo ocular y papiledema (inflamación del nervio óptico en su entrada en el ojo). No es infrecuente la aparición de metástasis sistémicas (reproducción de las células tumorales) en ganglios linfáticos, huesos y pulmón. El tratamiento consiste en la extirpación del tumor seguida de radioterapia sobre todo en el neuroeje. Se recomienda quimioterapia si la extracción del tumor sólo ha sido parcial o existe riesgo de que vuelva a aparecer.

Hemangioblastoma del cerebelo:

Se trata de un tumor benigno que suele situarse en el cerebelo causando un síndrome vermiano o hemisférico con ataxia (incapacidad para controlar los movimientos musculares voluntarios), nistagmo (movimientos inconscientes y rápidos del globo ocular), cefalea e inflamación del nervio óptico en su entrada en el ojo (papiledema). El hemangioblastoma del cerebelo a menudo se acompaña de angiomas retinianos (lunares en la retina) y de otras alteraciones típicas de la enfermedad de Von Hippel- Lindau como quistes pancreáticos y tumores derivado de las células de los túbulos renales (hipernefroma). La extirpación completa del tumor es curativa.

Papiloma del cuarto ventrículo:

Se origina en el epitelio de los plexos coroideos, sobre todo en el ventrículo lateral y en el cuarto ventrículo. Son tumores de la infancia, el 5O por ciento aparece durante el primer año y el 75 por ciento en la primera década. El cuadro clínico consta de cefalea, somnolencia, vómitos, diplopía (visión doble de los objetos, debido a trastornos de la coordinación de los músculos oculares), alteración de la marcha y papiledema (inflamación del nervio óptico en su entrada en el ojo).

Pinealoma:

Son tumores originados en la glándula pineal. Ésta, situada en medio del cerebro, controla el reloj biológico del organismo, más concretamente, el mecanismo que controla el ciclo del sueño y la vigilia. Se distinguen varios tipos histológicos: germinoma, pinealoma (pineocitoma, pineoblastoma), teratoma y glioma. El más frecuente es el germinoma. El germinoma suele aparecer en la infancia y primera adolescencia con leve predominio en varones.
El cuadro clínico consta de un síndrome de hipertensión intracraneal combinado con signos típicos como parálisis de la mirada vertical hacia arriba (síndrome de Parinaud) y alteraciones pupilares. El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica lo más amplia posible seguida de radioterapia. En general tiene muy buen pronóstico excepto en los pacientes cuyo germinoma tiene componentes de coriocarcinoma y carcinoma embrionario en los que se recomienda combinar el tratamiento con quimioterapia.
Craniofaringioma:
Se trata de un tumor congénito. Aparece en la infancia y adolescencia tardía. Provoca comprensión del quiasma óptico y, por eso, el cuadro clínico combina síntomas dependientes de la hipertensión intracraneal (cefalea, vómitos, papiledema) con alteraciones quiasmáticas (atrofia óptica, hemianopsia o visión deficiente en la mitad del campo visual). También produce alteraciones hipofisarias (amenorrea, trastorno de la líbido) e hipotalámicas (somnolencia, anomalías en el control de la temperatura corporal, diabetes insípida). El tratamiento es quirúrgico.
Neurinoma del acústico:
La mayor incidencia se da en la quinta y sexta década, afectando a ambos sexos por igual. La clínica depende del tamaño. En la primera etapa aparecen los síntomas de hipoacusia (disminución de la sensibilidad auditiva), vértigo y acúfenos (sensaciones anormales en los oídos, normalmente, zumbidos). A medida que se extiende aparece paresia facial (parálisis incompleta o transitoria facial), ataxia (incapacidad de coordinar movimientos musculares voluntarios), hipoestesia de la cara, dismetría (trastorno de la amplitud de los movimientos), parálisis del hipogloso (del nervio debajo de la lengua) y del vago (nervio neumogástrico) e hidrocefalia (dilatación anormal de los ventrículos cerebrales a causa del exceso de líquido en el cerebro). El tratamiento es quirúrgico.

Síntomas de cáncer en el cerebro

Los síntomas de los tumores intracraneales aparecen cuando el tejido cerebral ha sido destruido o cuando aumenta la presión en el cerebro. Ya veremos que esto puede suceder tanto en tumores malignos como en benignos. Los síntomas generales empiezan por la alteración de algunas funciones mentales, sobre todo enlentecimiento y apatía, cefalea, vómitos, nauseas, inestabilidad, crisis epilépticas generalizadas y edema de papila (hinchazón del nervio ocular a causa de la presión en el cerebro); la mayoría de estos síntomas están causados por la presencia de hipertensión intracraneal. Existen síntomas más graves que produce el propio crecimiento del tumor y dependen de la localización topográfica de la lesión.
Los más comunes son:

  • Paresias (parálisis transitorias o incompletas).
  • Crisis motoras parciales
  • Afasias (problemas para utilizar el lenguaje)
  • Apraxias (problemas para realizar ciertas secuencias de movimientos, por ejemplo, abrocharse un botón)
  • Agnosias (la persona puede percibir los objetos pero no asociarlos con el papel que habitualmente desempeñan)
  • Alteraciones campimétricas (de la visión) Existen otros síntomas localizados en zonas alejadas del cerebro: se llaman síntomas de falsa localización y se deben a la misma hipertensión intracraneal o al desarrollo de un síndrome de herniamiento cerebral (un desplazamiento del tronco encefálico a causa de la presión). 
Fuente: www.dmedicina.com

Cáncer en el cerebro

El cerebro es uno de los órganos más importantes del cuerpo, en él está el sistema nervioso central, que controla todas las funciones del cuerpo

El cerebro es el órgano del cuerpo del que dependen todas las reacciones que nos permiten actuar como seres humanos. Es una masa gelatinosa de color gisáceo que se encuentra protegida por los huesos del cráneo y empieza justo detrás de los ojos y la nariz y se extiende hasta los huesos del paladar rellenado toda la cavidad craneal.

Se prolonga mediante la médula espinal que recorre la columna vertebral hasta debajo de la cintura.
Su estructura contiene un billón de células nerviosas con millones de puntos de conexión y es la base de nuestra existencia, ya que controla todos los mecanismos corporales. Cuando deja de funcionar, la persona muere irremediable e irreversiblemente.
En el cerebro radican todos los sentidos gracias a los que podemos ver, oler, sentir, disfrutar de los alimentos y oír, también ahí se generan los sentimientos, sensaciones, emociones, el razonamiento, la memoria, el pensamiento, la inteligencia y en fin todas las funciones que nos distinguen de otros seres vivos, además de controlar la respiración, la temperatura, el apetito y en general todos los procesos que regulan nuestro cuerpo, ya que es el órgano de control del cuerpo humano.
El cerebro es la parte más importante del Sistema Nervioso Central que también está compuesto por el cerebelo y la médula espinal.
El cerebro está formado por una capa en forma de media esfera con dos mitades en forma de nuez de color gris rosado que se llama córtex o corteza cerebral, bajo la que se encuentra una sustancia blanca que es la médula espinal que está formada de fibras nerviosas que forman una especie de cableado que mantiene la información. Parte se ubica formando el cuerpo calloso que conecta ambas partes del cerebro y otra se extiende hasta la médula espinal regresa de ella.
El cerebro está rodeado por tres membranas, las meninges que cuando se inflaman producen el molesto dolor de cabeza, ya que el cerebro es insensible al dolor porque no tiene terminaciones sensibles.
El espacio entre las capas media e inferior de las meninges está relleno de un líquido amarillento llamado líquido cefaloraquídeo, que sirve de amortiguador y riega las cuatro cámaras cerebrales, los ventrículos y el canal espinal.
El cerebro, está dividido en dos hemisferios, el derecho y el izquierdo y en él se localizan las zonas que coordinan los movimientos, los sentidos, el tacto, la vista, el oído, el sentido común, el razonamiento, las emociones, el aprendizaje, el habla, la comunicación y otras funciones muy importantes.
El cerebelo, está situado en la parte posterior de la cabeza y se encarga de coordinar los movimientos musculares voluntarios y de mantener la postura, la estabilidad y el equilibrio, entre otras.
El bulbo raquídeo, que es la prolongación de la médula, controla los procesos involuntarios como: el movimiento de los ojos y de la boca, la transmisión de los mensajes sensoriales como el frío, calor, miedo, dolor, ruido, así como el apetito, la respiración, la conciencia, la función cardiaca, la temperatura corporal, los movimientos musculares involuntarios, los estornudos, la tos, los vómitos y la deglución entre otros.

Cáncer óseo infantil

El cáncer óseo infantil en la mayoría de los casos se desarrolla durante los periodos de crecimiento rápido, es decir en la pubertad, pero se desconoce su causa y origen, aunque las condiciones que causan un mayor deterioro de los huesos y su regeneración en un período de tiempo largo aumentan el riesgo de desarrollar tumores.
Algunos factores de riesgo en los tumores primarios en los niños, pueden ser.
- La genética y predisposición a padecer el cáncer.
- La exposición frecuente a radiaciones, generalmente por el uso excesivo de radiografías o por radiaciones por otro tipo de cáncer.
- La enfermedad de Pager o la exostosis múltiple hereditaria, que ocasiona un crecimiento excesivo de los huesos.
- La exposición a quimioterapias.
- El retinoblastoma.
- El Síndrome de Li-Fraumeni.
En los adultos además está:
- La enfermedad de Pager.
- La exposición a materiales radiactivos.
Algunos de los síntomas o signos que caracterizan al cáncer de huesos, dependiendo de su ubicación, son:
- Fracturas inexplicables por lesiones menores.
- Fatiga.
- Pérdida de peso sin motivo aparente.
- Pérdida de apetito.
- Dolor articular y óseo agudo.
- Dolor en el lugar en donde se localiza el tumor.
- Bultos o hinchazones que aumentan de tamaño y pueden o no ser dolorosos, tanto en el sitio en donde se localiza en el tumor como en las articulaciones.
- Fiebre.
- Sudor nocturno.

¿Qué son los antioxidantes?

¿Qué son los antioxidantes? son unas sustancias existentes en determinados alimentos que nos protegen frente a los radicales libres, causantes de los procesos de envejecimiento y de algunas otras enfermedades.

¿Qué son los radicales libres? Son moléculas "desequilibras", con átomos que tienen un electrón en capacidad de aparearse, por lo que son muy reactivos. Estos radicales recorren nuestro organismo intentando captar un electrón de las moléculas estables, con el fin de lograr su estabilidad electroquímica y con potenciales reacciones en cadenas destructoras de nuestras células.

Los antioxidantes y los radicales libres. Los antioxidantes retrasan el proceso de envejecimiento combatiendo la degeneración y muerte de las células que provocan los radicales libres. La incapacidad de nuestro cuerpo para neutralizar los radicales libres a los que nos exponemos diariamente nos obliga a recurrir a alimentos con la propiedades antioxidantes con capacidad de neutralizarlos.

Antioxidantes y cáncer. Muchas investigaciones ponen énfasis en llevar dietas adecuadas que sean aliados activos contra el cáncer. Estas dietas parten de enzimas y sustancias antioxidantes de determinados alimentos que son ricos en los componentes que recogemos arriba. Los mecanismos son diversos y van desde la inhibición hasta una reacción más activa del sistema inmunológico en general.
Fuente: http://www.euroresidentes.com